Mascletàs y bocas abiertas

mascleta
Ya estamos en pleno comienzo de Fallas. Las calles empiezan a oler a pólvora, se dan las primeras celebraciones, las calles se cierran poco a poco para dejar paso a las Fallas y, cada día exactamente a las 14:00 horas, tiene lugar uno de los espectáculos pirotécnicos más llamativos de esta celebración: La mascletà

A diferencia de los típicos fuegos artificiales, que se centran en la estética visual, la mascletà es un espectáculo auditivo, rítmico y potente que hace que sea odiado por unos y alabado por otros. En todo caso, merece la pena experimentar, al menos una vez, la sensación de que las ondas de sonido son verdaderas ondas de presión que impactan con todo el cuerpo haciéndolo vibrar. Y si la experiencia no le acaba de gustar, le servirá para acostumbrarse al ruido de Valencia en Fallas, donde no pasarán ni diez segundos sin que oiga un petardo, cohete, traca o banda de música. Ésta última de sonido mucho más armonioso que agradaría a todo el mundo si no fuera porque se oyen principalmente a las 8 de la mañana, las llamadas despertàs. Una tradición que los perezosos (entre los que me incluyo) «amamos» con locura.

Bien, después la introducción folklórica-festiva de rigor, acerquémonos a la mascletà y, más en concreto, a la explicación de por qué se suele encontrar a mucha gente con la boca abierta cuando presencia este espectáculo. Mucha gente sabe que es recomendable hacerlo pero también suelen desconocer el mecanismo.

Como todos los que han ido alguna mascletà sabrán, es un espectáculo muy muy ruidoso. Los niveles de sonido se encuentran entre 100-110 decibelios y, a veces, se llegan a superar los 120 decibelios. Teniendo en cuenta que a partir de los 120- 125 decibelios aparece dolor de oídos, no es ninguna tontería realizar alguna medida de protección.

El oído se divide en tres tramos: Oído externo, oído medio y oído interno. En este caso, los tramos que nos van a interesar son sólo el oído externo, que va desde la oreja hasta el tímpano y el oído medio, que va desde el tímpano hasta el final de la Trompa de Eustaquio, que comunica con la faringe.

Oído

En condiciones normales, la presión dentro del oído externo y oído medio suele ser la misma. Aunque en viajes de avión, ascenso de altas montañas o submarinismo, esta presión a ambos lados se desiguala. Ambos compartimentos están separados por el tímpano por lo que la única forma de igualar ambas presiones es a través de la trompa de Eustaquio que, comunicando con la faringe, comunica en último grado con el exterior. Aquí podemos ver su recorrido:

Trompa Eustaquio

Con las mascletàs ocurre algo similar, las ondas de sonido son al fin y al cabo ondas de presión que favorecen que la presión del oído externo sea mayor que el medio. Teniendo en cuenta la intensidad del sonido a la que se llega, puede ocurrir que la presión en el oído externo sea bastante superior a la del oído medio y el tímpano se abombe hacia el interior. Después, una vez que la mascletà haya finalizado, la presión externa vuelve a hacerse normal y el tímpano vuelva de pronto a su posición inicial. Estos cambios bruscos de presión entre la zona externa al tímpano (oído externo) y la zona interna a éste (oído medio) pueden provocar lo que se conoce como un barotrauma, que puede ir desde el dolor de oídos hasta una pérdida de audición y una perforación del tímpano en otras circunstancias más graves, que no se dan en una mascletà pero si pueden ocurrir cuando, por accidente, se produce la explosión de un petardo potente cerca del oído.

¿Cómo evitamos este abombamiento del tímpano? Asegurando la apertura constante de la Trompa de Eustaquio que permite igualar las presiones a ambos lados del tímpano. Para eso hay bastantes trucos, por ejemplo:

-Abrir la boca

-Bostezar

-Toser

-Estornudar

-Tragar saliva

-Masticar, lo más socorrido suele ser un chicle.

-Hacer una maniobra de Valsalva. Que consiste en cerrar la nariz y la boca y exhalar con fuerza para que la presión del oído medio aumente.

Y así puede disfrutar con más tranquilidad de este ruidoso espectáculo en una de las ciudades más ruidosas del mundo.

15 comentarios sobre «Mascletàs y bocas abiertas»

  1. Odio el ruido. Menos mal que Santiago no es tan ruidoso, y aún así es demasiado ruidoso (adoro mi doble ventana de doble cristal)

  2. Pingback: Fresqui.com
  3. Shora, la maniobra de Valsalva (conocía la maniobra por acción pero no por nombre), ¿cuándo se hace? ¿cuando la presión externa es mayor, menos o simplemente diferente?

    Salud!

  4. omalaled:

    Se hace cuando la presión externa es mayor que la interna. Así, al aumentar la presión interna, se equilibran ambas o, al menos, se hace menor la diferencia de presión entre ambos.

    Es útil, además de en espectáculos como la mascletá, cuando los buceadores descienden a varios metros o cuando, tras un tiempo estando en la montaña, se desciende, lo que hace que exista una diferencia de presiones relativa.

  5. yo suele recurrir al chicle, en la mascletá y cuando voy a esquiar o hace mucho frío, donde siempre acaban por dolerme mucho los oídos (y siempre voy con un gorro tapando las orejas). Qué bueno, ya están aquí las fallas!!!!!

  6. proximo:

    En teoría sí, como una membrana elástica que vibra podría estar en resonancia, lo que no sé es a partir de qué frecuencia y si en la práctica es posible.

  7. Mola 🙂 sabía que tragando saliva y haciendo todas esas cosas se restauraba la presión pero no sabía el porqué 😛

  8. Efectivamente, es lo que se hace al bucear. Yo tampoco conocía el nombre técnico, cuando yo buceé lo llamabamos «compensar» 🙂

    Que chulo el artículo!

  9. ¡Jolín! Sta. Shora, aunque sea pequeñito ¿donde está «el lenticular» en los huesecillos del oído medio? no veo su nombre con su flechita incorporada en ningún sitio, ¡buaaaa!

  10. Jody Dito:

    Al menos a nosotros, en anatomía nos enseñaron que el lenticular es una apófisis del estribo y no un hueso en sí mismo. No me extrañaría que en otros sitios lo enseñaran de otra forma 😛

  11. Soy una chica de valencia, me encantan las fallas como valenciana que soy, pero siempre he tenido un respeto muy fuerte por los oidos, me da miedo que se me revienten los timpanos, esto podria ocurrir? Si me pongo en primera fila detras de las barreras claro.

  12. Anonimo:

    No, la mascletá no es tan fuerte como para reventarte los tímpanos, pero sí que puede darte dolor de oidos y una ligera pérdida de audición.

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