No es país para innovadores

Colaboración con Amazings:

Riesgo Todos conocemos a Google. Cada día, en casi cualquier rincón del mundo, millones de personas utilizan su célebre buscador para encontrar respuestas a sus preguntas. En menos de 20 años desde sus humildes comienzos, Google se ha convertido en un titán de la innovación tecnológica mundial. Un gigante de ganancias multimillonarias, admirado, deseado y envidiado por muchos emprendedores. Pero, ¿qué hubiera ocurrido si el nacimiento de Google hubiera tenido lugar en la Universidad Complutense de Madrid en lugar de en las aulas de Stanford? Pues que, con mucha probabilidad, hoy no estaríamos hablando de él porque no habría salido adelante.

Las razones detrás de esta desoladora respuesta a esta hipotética pregunta son muchas pero, en esencia, se resume en una frase: La cultura del riesgo es un bien escaso en España. Ni la sociedad, ni los inversores y, ni mucho menos, el sistema están adaptados para la generación y fomento de arriesgadas empresas punteras en I+D. De hecho, las pocas y notables empresas innovadoras que se crean en España no aparecen gracias a la idiosincrasia española sino a pesar de ella. A continuación, vamos a detallar con más profundidad cuáles son, en mi opinión, las principales barreras a la innovación en nuestro país en sus 3 frentes, totalmente interrelacionadas entre sí.

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15 comentarios sobre «No es país para innovadores»

  1. Colgado en Amazings:

    Un soplo de aire fresco semejante post entre tanto lloriqueo por los recortes del estado a nuestro gastazo favorito.

    Hay un factor letal que aquí no es bien entendido, el que la mala moneda desplaza a la buena. Se quejan de que no hay dinero PÚBLICO, es decir, de los impuestos que nos sacan, para la investigación. Es la peor manera de administrar el dinero porque, como este se obtiene de la coacción, quien lo administra tiene que satisfacer a lo que le facilita la coacción y no a otros criterios. Y, en efecto, es tema conocido que entre proyectos interesantes hay quien saca mucho dinero en sbvenciones en base a rellenar papeles para satisfacer la necesidad de propaganda del político o para acallar a quien le va a poner en dificultades si no suelta la pasta. Lamentablemente, estas campañas basadas en «protestemos a los políticos todos juntos» se inscriben en esta dinámica: al final, si se salen con la suya será con el criterio de callar a los más «peligrosos» y no con criterios de relevancia cientifica.

    Mejor dinero privado, vía donaciones (sí, se puede funcioinar así) o vía financiación de la empresa privada.

    ¡Ah! No has entrado mucho en el asunto de los impuestos a las empresas (que implican también costes de contratación, que no son otra cosa que impuestos a los contratos laborales) , que son extraordinariamente disuasorios.

    1. Purnelio:

      Es imprescindible una buena inversión del dinero público en investigación (especialmente en investigación básica) porque si no muchos terrenos de la ciencia quedarían huérfanos por no tener un beneficio económico directo. Pero no sólo por eso, también muchas investigaciones aplicadas de las empresas tienen su origen en investigación básica que normalmente se desarrolla de forma pública. No hay ningún problema en que haya inversión pública, al contrario, pero ésta tiene que repartirse con garantías y objetividad.

      Bueno, con «goteo de gastos constante» me refería a, entre otras cosas, los impuestos cuando todavía no hay ningún beneficio económico.

      1. «Garantías y objetividad» son sólo palabras en la boca del político que, inevitablemente, tendrá que repartir el dinero.

        Es mítico eso de que sin beneficio económico inmediato no habría investigación. Puede ser diferido a muchos años vista y no tiene por qué ser una única empresa la que lo financie. Hay ejemplos.

        Un amigo mío, contra esta idea mía y con una idea muy parecida a la tuya me habla del programa astronáutico y del bosón de Higgs, aparentemente imposibles sin la financiación estatal. Son buenos ejemplos porque ambos proyectos son extraqordinariamente interesantes. Pues bien, el programa espacial tiene ya empresas privadas que lo están poniendo en marcha, justamente «al día siguiente» de que el estado deje de invertir en él (al menos deje de invertir de manera tan importante). Visto retrospectivamente, el estado lo que hizo fue competencia desleal, impidiendo que la empresa privada invirtiera (mi amigo me replica que ahora la empresa que lanza cohetes se aprovecha de lo aprendido y yo le digo que ¡claro que sí!, pero lo que debe innovar AHORA no es más difícil que lo que debió innovar entonces el estado). El bosón de Higgs no es igual, sin el estado no tendríamos bosón de Higgs…. hoy, pero lo tendríamos en 50 años con casi total seguridad. Pero eso igual sirve para el viaje a Marte, que no lo vamos a tener HOY porque…. hoy el dinero del estado se va a los aceleradores.

        Sin el estado la ciencia sería sin duda diferente pero sería más justa (no se sustentaría en gente que aborrece su trabajo a la que quitas el dinero para darselo a gente que se lo pasa pipa en el suyo) y sería, en conjunto, mejor.

        1. El politico destina el dinero a ciencia, pero quién lo reparte suelen ser comités científicos que valoran los proyectos.

          No comparto tu visión de dejar que sean las empresas las que dirijan la investigación científica. Como entidades centradas en el beneficio económico, impulsarían la ciencia que más rentable fuera a corto plazo y muchas áreas del conocimiento se quedarían completamente olvidadas. Es fácil ver la aplicación económica de algo cuando aparece pero no lo es tanto cuando te mueves en la investigación básica y no sabes verdaderamente lo que te vas a encontrar. En países como Estados Unidos, donde las empresas privadas tienen una gran potencia en ciencia, es la investigación pública la que lleva adelante la mayoría de ciencia básica.

          1. La elección de los mismos comités tiene las mismas dificultades que cualquier
            proyecto dirigido por el estado No sé por qué de las universidades o los organismos
            científicos dependientes del estado lo tienen que hacer mejor que las empresas.
            Nos quejamos de la universidad cuya bajísima calidad es porque que sólo se debe
            a sus propios intereses. Me parecen más transparentes y claros los criterios de las empresas
            privadas, incluyendo en entre estas a las universidades fuera del espacio estatal (las
            únicas españolas que resisten los criterios de calidad son las privadas).

            Aparte de la aeroespacial y la de la física de alta energía. Puedo dar algún ejemplo
            más de inversión privada en ciencia a muy largo plazo. El plazo evidentemente será
            más largo que con la inversión estatal, pero es perfectamente posible. Además, hay
            que contar con que de los proyectos a largo plazo ¡el estado selecciona los que más
            le interesan! (el programa de la exploración de Marte está muy ralentizado, el programa
            de energía de fusión casi detenido., caso este último sangrante porque tiene un evidente
            beneficio, etc.)

            Lo que produce ciencia es una sociedad próspera y esta no es posible con un estado
            enorme y que adminstra los recursos según su criterio y no con el de quien los produce.

  2. Felicito a la autora, porque considero que este artículo no tiene desperdicio, pero sobre todas las cosas, porque es una española la que llega a estas acertadísimas reflexiones. Yo no soy española, ni europea; soy americana, con lo cual, pese a que soy de la misma opinión de la autora, me he limitado a comentar este tipo de reflexiones sólo con mi esposo a lo largo de los años que llevo viviendo en España y he evitado mucho hacerlo delante de colegas y amigos españoles para no herir susceptibilidades. Respeto vuestra cultura y agradezco enormemente la oportunidad que me ha dado el gobierno español de desarrollar mi trabajo de investigación científica en una de sus casas de estudio. Sin embargo, yéndome a un punto anterior al de la transferencia de conocimiento desde la I+D+I hasta la empresa, sería muy oportuno acrecentar que, muy desafortunadamente, ya en las bases de la investigación científica per se nos encontramos con todos los obstáculos/problemas que se reseñan aquí.

    Por ejemplo, cuando eres doctorando resulta difícil vender una idea nueva sin que tus jefes primero te critiquen, antes de evaluarla y ver el lado positivo de la innovación; resulta complicado desarrollar nuevos protocolos experimentales utilizando técnicas conocidas, porque les da miedo salirse de las rutinas que han fijado en sus años de investigación, que al final (para mí) se convierten en recetas de cocina de tanto implementarlas; se obliga al estudiante de doctorado a trabajar bajo esquemas y objetivos de hace 20 años o dándole continuidad a las tesis de los directores/tutores, sin añadir nada nuevo, más que cambiando una condición del experimental y/o introduciendo una que otra técnica nueva, es decir, haciendo los tomos B, C, D…etc, de las tesis doctorales de los directores de tesis; se excluye y se acusa al doctorando que ha invertido el doble de tiempo y de esfuerzo desarrollando sus nuevas ideas y/o experimentales y se aplaude al que trabaja con las recetas de cocina, porque ciertamente éste último tiene mayor productividad científica que el primero, si dicha productividad se cuantifica a partir de la cantidad de publicaciones, y no de la calidad de los mismos; etc»¦Probablemente, esto es lo que yo he observado en mi entorno inmediato y mi experiencia sea sólo una excepción de la regla. No obstante, otras personas, en su mayoría españoles, han manifestado ésta misma preocupación.

    También me gustaría añadir que, una vez que ya eres doctor y decides presentar tu propio proyecto, con lo que generas tu propio puesto de trabajo y además puedes ofrecer la posibilidad de hacer un grupo pequeño de investigación, contratando así licenciados que quisieran ampliar sus horizontes en el mundo científico; pues te encuentras con mil trabas burocráticas para presentar el proyecto, eso sin contar los meses invertidos en redactar la memoria del proyecto. Ese tiempo nadie te lo paga y puede llegar a alcanzar hasta un año, según la convocatoria a la que estés aspirando; pero como seres primarios que somos, con necesidades primarias que cubrir (tanto personales, como familiares), la presentación de proyectos y las aspiraciones de formar un pequeño grupo de investigación te dejan en una situación económica muy desfavorable. Al final, la carga económica familiar recae sobre un solo miembro de la familia y en los momentos actuales, no se puede vivir así.

    En fin, España tiene un potencial increíble a nivel de talento científico y de infraestructura, pero no tiene visión a largo plazo para invertir lo suficiente en I+D+I, como tampoco tiene el sistema político-económico adaptado/disponible para promover investigadores jóvenes, con ideas nuevas y sin miedo a enfrentar nuevos retos.

    1. Gracias, Investigadora. Yo seré española, pero no tengo ningún remilgo en criticar las cosas que tienen que mejorar en mi país (y son muchas), precisamente porque me preocupan. Tengo esperanza que con las generaciones más jóvenes (más formadas y con mayor visión del mundo) esto cambie algún día porque quiénes dirigen ahora el rumbo del país, en lo político y en lo económico, son personas mayores encasilladas de las que espero muy pocos cambios.

  3. Este tema da para mucho, así que sólo comentaré un punto que me disgusta especialmente: sería muy triste que las universidades se convirtiesen en los departamentos de formación e I+D de las empresas, lo cual implicaría una visión utilitarista en el sentido más mezquino del término.

    Ni que decir tiene que ese interés por convertir a las universidades en sirvientes de las necesidades de las empresas tiene una motivación puramente económica: ¿por qué vas a invertir una buena cantidad en personal e instalaciones cuando la universidad te lo ofrece a precio de saldo? En realidad, es una subvención a las empresas con el dinero público (e incluso con el dinero de los estudiantes, si siguen subiendo las tasas)

    Y, ¿es realmente compatible ese enfoque utilitarista de la universidad con la investigación fundamental? Si nadas en dinero proveniente de programas de investigación estatal (caso de las universidades top en EE.UU.) pues sí. Si la idea es que las universidades se financien con las aportaciones de las empresas para que el estado se ahorre su contribución, entonces la respuesta es evidente.

    Si se acaba con el concepto de universidad como centro de transmisión y expansión del Conocimiento (con C mayúscula), por lo que a mí respecta no merecerían más consideración que las academias de peluquería.

    1. Trurl:

      Yo también soy de la opinión de que las universidades deben ser, principalmente, centro de transmisión y expansión del conocimiento y deben ser independientes (financiación del Estado). Pero una cosa es eso y otra es que sean totalmente ajenas al mundo empresarial sin aportar el más mínimo esfuerzo en darle una aplicación a ese conocimiento (y que puede tener un beneficio tanto económico como social). De la servidumbre a la colaboración con empresas hay gran diferencia. A veces pienso en la cantidad de grandes ideas que se quedan en los cajones de la Universidad porque no hay motivación alguna para llevarlas a la comercialización…

  4. He descubierto tu blog a través de Amazings. En su día ya me encantó tu artículo sobre por qué tenían tanta penetración las medicinas alternativas (este tema realmente me preocupa) y este último post tuyo viene a ratificarme que eres una crack de la comunicación, así que agrego tu blog a mi RSS y te animo a que sigas informándonos y dándonos tu opinión sobre todo aquello que te llame la atención.

    Un saludo,

    Jesús R.

    1. Por cierto, como no lo veo en el blog roll de la derecha, aprovecho para recomendar el blog Science-Based Medicine, bastante activo contra las mal llamadas medicinas alternativas y muy equilibrado, en mi opinión:

      http://www.sciencebasedmedicine.org/

      Y si alguien me quiere recomendar alguno en la misma línea, pues bienvenido (a parte de las mal llamadas medicinas alternativas, me interesan los efectos en la salud de todo lo «alternativo» (postura en el parto, parto en casa, lactancia, dosis bajas de radiación ionizante y el modelo lineal sin umbral, etc), y también compensar un poco la conspiranoia con las malvadas farmacéuticas (y no sólo en el caso de los anti-vacunas).

      Saludos.

  5. Hola, y enhorabuena por este blog. Me parece espléndido. Aunque no tiene que ver con el tema de este post, me gustaría conocer tu opinión como médido de este artículo que acabo de leer sobre la «violencia obstétrica»:
    http://www.eldiario.es/zonacritica/pensamiento-critico-parto_6_27007304.html
    La verdad que no sabía nada sobre todo esto. Bueno, un poco sí, dado que soy padre y estuve presente en el nacimiento de mi hija, pero aparte de eso, desconocía buena parte de lo que se plantean en este artículo. Dado que no soy un profesional de la medicina, no puedo tener una opinión fundadfa, pero la verdad es que me ha dado una impresión muy negativa. Creo que buena parte de su contenido no es más que una ensalada de tópicos infumables propios de un feminismo mal entendido y profundamente trasnochado. Y respecto de la parte puramente «ginecológica», me huele a pseudociencia que tira «p’atrás».
    De todas formas, he de reconocer que quizás me dejo llevar por prejuicios y por mi experiencia personal en el asunto (mi mujer lo pasó francamente mal porque tardaron en administrarle la epidural y el hecho de que no le hicieran la episotomía le ha traído luego un montón de problemas). E insisto que soy un lego en el tema. Por eso, creo que sería interesante que tú y otros profesionales del ámbito sanitario diérais vuestra opinión.
    Gracias y enhorabuena de nuevo por tu blog.

    1. Hola Miguel

      Ciertamente, ese artículo toca un tema muy espinoso. Por un lado, está surgiendo una moda «new age» en el que el parto natural es siempre lo mejor y cualquier asistencia médica/hospitalaria se hace innecesaria y, por otro, está la asistencia sanitaria que, a veces, se hace más de cara a facilitar la vida de los sanitarios que de la mujer (cómo inducir los partos a una hora concreta, o realizar una cantidad demasiado elevada de cesáreas que no están justificadas).

      Me apunto para tratar el tema desde una perspectiva científica, lo más alejada posible de ideologías. En mi opinión, el artículo que me señalas tiene mucho de lo segundo y poco de lo primero.

  6. Purnelio:

    ¿Pero tú crees que sabes de lo que estás hablando o sólo sueltas bulos al azar con la esperanza de que alguien se los trague y se crea tu mensaje neoliberal?

    Dices:

    «Un amigo mío, contra esta idea mía y con una idea muy parecida a la tuya me habla del programa astronáutico y del bosón de Higgs, aparentemente imposibles sin la financiación estatal. Son buenos ejemplos porque ambos proyectos son extraqordinariamente interesantes. Pues bien, el programa espacial tiene ya empresas privadas que lo están poniendo en marcha, justamente «al día siguiente» de que el estado deje de invertir en él (al menos deje de invertir de manera tan importante). Visto retrospectivamente, el estado lo que hizo fue competencia desleal, impidiendo que la empresa privada invirtiera (mi amigo me replica que ahora la empresa que lanza cohetes se aprovecha de lo aprendido y yo le digo que ¡claro que sí!, pero lo que debe innovar AHORA no es más difícil que lo que debió innovar entonces el estado).»

    ¿Y no se te ha ocurrido pensar que una de las razones fundamentales para que EE.UU. dejase de financiar programas de lanzadores es, precisamente, que la industria (tras 6 décadas) ya ha acumulado la madurez tecnológica adecuada y que la demanda es lo suficientemente alta como para cubrir los costes? Es decir, el gobierno de EE.UU. se retira justo cuando se ha demostrado (por el conglomerado europeo interestatal Arianespace, principalmente) que el sector puede ser rentable. O sea, que el gobierno federal ha financiado todo el desarrollo de la industria espacial norteamericana con programas militares, científicos y civiles extremadamente deficitarios y ahora que puede dar dinero, se va. ¿A esto lo llamas competencia desleal?

    Sigues con más disparates sobre por qué se invierte en el bosón de Higgs y no en el viaje a Marte. Está claro que desconoces la razón de ser del CERN y de por qué los estados invierten tanto en Física de altas energías; si quieres comprenderlo empieza por estudiar la historia del desarrollo de la bomba atómica. Nadie espera que en Marte se oculte una superarma que podría dar una poder terrible al primero en llegar allí.

    «el programa de energía de fusión casi detenido., caso este último sangrante porque tiene un evidente beneficio»

    Sigues demostrando que no sabes de lo que hablas. No conoces el estado actual ni las dificultades a las que se enfrenta la fusión, en sus distintas variantes. Aparentemente crees que con aumentar el presupuesto de un proyecto, este avanzará proporcionalmente más rápido. Además de que el programa (*los* programas, en realidad) de energía de fusión no están detenidos en absoluto.

    «Me parecen más transparentes y claros los criterios de las empresas privadas,»

    Pues claro que sí, los criterios de las empresas privadas no pueden estar más claros y se comprenden inmediatamente con solo atender a su motivación: la codicia. Es la idea neoliberal de que la codicia es el motor del mundo y que basta con dejarlo operar libremente para que produzca resultados superiores a cualquier otro planteamiento lo que nos ha llevado a la crisis actual.

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