Colaboración con Naukas:
Cada año, decenas de miles de personas mueren en el mundo esperando el ansiado trasplante que les permita salvar sus vidas de una muerte acechante. Sólo en la Unión Europea y en el año 2013, murieron 4.100 pacientes que estaban inscritos oficialmente en listas de espera de órganos. El problema, lejos de disminuir, se está incrementando desde hace años. Cada vez hay más gente que necesita un trasplante mientras que la donación de órganos se mantiene o incluso se reduce en determinados países. No hay órganos para todos y las listas de personas esperándolos se alargan más y más.
Ante esta dramática situación, uno de los principales objetivos de la medicina regenerativa es fabricar esos órganos tan vitales. Dentro de este campo, hay principalmente dos estrategias científicas para solucionar este acuciante problema:
Desarrollar órganos humanizados en animales (como por ejemplo, corazones humanos en cerdos). De esta manera, la “madre naturaleza” nos hace la mayor parte del trabajo y “tan sólo” tendríamos que hacer unos (extremadamente complicados) retoques genéticos e inmunitarios aquí y allá.
Crear órganos humanos en el laboratorio a partir de células madre. Sin duda, uno de los retos más ambiciosos que puedan existir, uno de los santos griales de la biomedicina. Aquí nosotros hacemos de “madre naturaleza” para desarrollar órganos con toda la complejidad y dificultad que ello supone.
Sigan leyendo en: ¿Por qué los órganos bioartificiales creados hasta ahora son mini?
Enhorabueno por volver a publicar 🙂
En un documetal vi un metodo muy sencillo que servia para generar una red capilar.
El documental era «how to build a beating heart» o algo asi.
Con un maquina de algodon de azucar se hacia un idem y luego se rellenaba de otro material. Se diluia el azucar y quedaba una trama de microcapilares.
Hola pipistrellum 🙂 Sí, yo también he visto ese documental y recuerdo ese método porque es muy llamativo pero no he visto publicaciones después al respecto, no sé en qué habrá quedado el tema.