Colaboración con eldiario.es.
Ahora que nos acercamos a una nueva gestión de la pandemia en la que los análisis de COVID-19 del sistema sanitario estarán reservados para las personas vulnerables, igual que los aislamientos preventivos, es importante saber con qué información pueden aportarnos los test de venta en farmacias, y cuáles son los más fiables.
Hace unos meses, cuando la demanda de los autotest de antígenos se disparó por el drástico incremento de casos de coronavirus en la sexta ola y las celebraciones invernales, aparecieron múltiples cuestiones. Entre diversos interrogantes, surgió con fuerza un debate sobre si era mejor recoger la muestra aplicando el hisopo en la nariz, como está indicado en las instrucciones de la casi totalidad de las pruebas de antígenos comercializadas en España (salvo aquellos que funcionan con muestras de saliva), o, por el contrario, era más fiable obtener la muestra de la garganta.
Varios factores contribuyeron a generar esta controversia diagnóstica. Por un lado, la sexta ola supuso la expansión de la variante ómicron sobre las demás en nuestro país. Estudios preliminares, con bastantes limitaciones, habían observado que los virus de esta variante proliferaban mucho más rápido en los tejidos de bronquios y de garganta, que en los pulmones o la nariz. De esta forma, la detección del coronavirus a través de muestras nasales podría ser menos fiable, al aparecer de forma más tardía allí que en la garganta.
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