Colaboración con eldiario.es.
Los autotest de antígenos –que detectan una potencial infección por el virus SARS-CoV-2 en aproximadamente 15 minutos– son una realidad en las farmacias de toda España desde el 20 de julio. La llegada de estas pruebas, que no necesitan receta médica, ha estado marcada por las dudas de parte de los sanitarios sobre su correcta utilización entre la población general y su potencial papel para ayudar a controlar los contagios por coronavirus.
La autorización para vender pruebas de autodiagnóstico sin receta se ha producido cuando, desde hace unas semanas, diferentes comunidades autónomas están comunicado episodios de saturación en sus servicios de Urgencias y Atención Primaria por el aumento drástico de la incidencia de casos y el de contactos con personas infectadas. A eso se le están añadiendo en los últimos días, además, las personas que acuden a estos servicios porque han tenido un test de antígenos con resultado positivo. Para intentar limitar la sobrecarga, diferentes autoridades sanitarias están informando públicamente sobre los pasos a seguir cuando estas pruebas marcan una infección activa.
Es el caso de la Consejería de Sanidad de Cantabria, que ha solicitado públicamente a las personas con test de autodiagnóstico positivo que no acudan a Urgencias si no tienen sintomatología grave, porque están «saturando» este servicio. Según informa la Consejería en un comunicado, tras la entrada en vigor de la dispensación libre en farmacias de estos test de antígenos, varios servicios de emergencias sanitarias de la región «están saturados de forma innecesaria» por personas que acuden a realizarse la prueba PCR confirmatoria tras el resultado positivo del test.
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