Trabajo de parto

En un recóndito paritorio de un remoto hospital:

Matrona: ¡Empuje, empuje! ¡Que enseguida viene!
Parturienta: ¡Argh, arghh!
Matrona: ¡Vamos, mujer! ¡Que en nada ya está aquí! ¡Esfuércese, que con razón a esto se le llama «Trabajo de Parto»!
Parturienta: Ni que lo diga, estoy trabajando más que en toda mi vida. Ayy…

Mientras tanto, en los pensamientos de una estudiante en prácticas (servidora):

¿Sabrán la matrona y la parturienta que empujar no acelera casi el parto? Lo digo… no lo digo… lo digo… no lo digo…lo digo…
Matrona: ¡¡¡Empuje!!!
Parturienta: ¡¡¡¡¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!
.
.
.
Pensamientos de estudiante: Mejor me callo…

En fin, una guardia completa. A destacar: Cesárea, parto natural y embarazo de mellizos.

*: El estudio afirma que, de media, se acelera 13 minutos (de 59 a 46 minutos) en primíparas y sin epidural. Sin embargo, el empuje extra puede ir acompañado de problemas en el periné y en la vejiga. Los obstetras del estudio recomiendan dejar, en la mayoría de los casos, el ritmo de los empujes a la parturienta.

17 comentarios sobre «Trabajo de parto»

  1. Creo recordar que a la obstetricia le pasa como a la psiquiatría: todavía cuesta que entren los conceptos de medicina basada en la evidencia xD

  2. Una pregunta, los atemorizados padres ¿dónde se les suele colocar?. Conociéndome, el lejano día que me toque estaré dopado con lexatines y con un casco por si me desmayo. No es cobardía, es que soy asaz empático. Qué pasa.
    😉

  3. Recuérdamelo cuando me quede preñada: imprimiré el artículo, me haré una camiseta con él y la llevaré durante el parto.

  4. Pipistrellum:
    Por eso precisamente tenía el dilema de decirlo o no. si lo decía, la parturienta mata a alguien (preferiblemente a la matrona) o se queda tan desmoralizada que ya pasa de todo y a su vez la matrona me guardaría un rencor eterno por llevarle la contraria en frente de un paciente cuando ella ha asistido a decenas de partos y yo pasaba por allí…

    El problema es que asistí al parto porque oí los gritos desde otra sala (imagínate la escena), ya estaba en la última fase y empujando. Si lo hubiera sabido con tiempo si se lo hubiera dicho a la matrona, pero decirlo a la mitad del parto es peor el remedio que la enfermedad.

    Por cierto, el cordón lo cortaron nada más salir el bebé. Tampoco dije nada, si me hubiera puesto en plan tocapelotas me hubiera ganado bastantes «amigos» en el servicio xD
    El problema es que yo no tengo «autoridad» para decirles: Esto está bien o esto está mal. Y las costumbres pesan mucho en la práctica médica.

    Sí, si los padres quieren, la mujer puede empujar cuando quiera, pero es preferible que tengan algo por escrito que justifice la razón. Los médicos no suelen dejar que hagan lo que quieran si no es por algo justificado. Lo que pasa que la mayoría de los que vienen ahí no tienen ni idea de lo poco efectivo que es empujar…

  5. Mikel:
    Si el padre quiere, puede colocarse al lado de la cama, dando ánimos a la señora y cogiéndole de la mano si quiere (esto último ya casi al final es poco recomendable porque te estrujarían la mano). Si por otro lado el padre no puede con ese sufrimiento puede esperar en el pasillo tranquilamente. Ya bastante pasa la parturienta como para que encima vea al marido con una cara peor que la de ella xD Aunque, vamos, lo ideal es tener al marido al lado dando ánimos.

    Su: Mejor te imprimes una hoja y la llevas siempre encima. La ropa es lo primero que te tienes que quitar cuando te ingresan y dejarla en una bolsa para ponerte una bata de hospital horrible xD Aunque lo mejor, siempre, es decirlo por adelantado y con tiempo.

  6. Me he cambiado de nick, era vergonzoso.

    Shora, yo tampoco me hubiese atrevido a decirlo.

    Si la parturienta oye, que se mata a empujar para nada, mata a alguien XD.

    Yo se lo diria a la matrona en un momento libre. Y si puedo le imprimia el articulo.

    Shora, ¿te acordaste de lo de cortar el cordón despues de que deje de latir?
    O no te lo crees.

    A lo mejor, no es verdad, pero a mi me resulta muy muy convicente.

    Una pregunta, Si el padre o la madre dice que quiere empujar cuando le da la gana o esperar un rato para cortar el cordón ¿Les hacen caso?

  7. Yo no he tenido la suerte de presenciar un parto en vivo y en directo nunca, aunque he visto algunos videos y me parece algo.. impresionante y muy bonito. Pero hay un momento cuando el bebé asoma la cabeza y le agarran por el cuello y la cabeza y parece que se la retuercen supongo que para que salga mejor que me asusta. Parece que se fuera a romper de lo fragil que parece.. Yo no me atrevería a hacer esa maniobra.

  8. Que casi no acelera el parto? XD 1/4 del tiempo para mi es suficiente aceleracion, imagina clases 1/4 mas cortas, viajes, esperas… etc.
    Sobre los daños post-parto si que seria desaconsejables XD

  9. X: A mí esa maniobra tampoco me agrada demasiado, me parece algo tosca.

    Anita: Sí, la mejor postura es en vertical. El problema es que en un hospital… al menos por lo que he visto no sé yo si cederían a hacerlo así, básicamente porque todos los partos se preparan para hacerlos en horizontal. Quizás inclinando la cama se podría conseguir. Pero ya te digo que nunca lo he visto y tampoco lo enseñan. Todavía no he oído de ningún obstetra o ginecólogo que una postura vertical sea mejor para el parto, cuando seguro saben que eso es así, la razón es que, ¿para qué lo vas a mencionar si lo vas a asistir siempre en horizontal?

  10. Y lo de la postura?
    Yo he leido que dar a luz tumbada es unicamente para mayor comodidad de la matrona y personal asistente, y que la postura en cuclillas es mejor porque la gravedad ayuda al feto a descender.
    Que yo sepa, en los animales por lo general, las multíparas como la perra o la gata paren tumbadas, y las uníparas como la yegua lo suelen hacer de pie (menos las vacas que suelen ir cambiando de postura, y al final como les pilla).

    Si tu pides dar a luz en cuclillas, te dejan?

  11. Lo mejor en estos casos es siempre ir a la fuente y dejar la prensa lega de lado. He leído el artículo y contra lo que dice el periódico, animar a la mujer a pujar sí acorta el expulsivo, según los autores una media de 13 minutos. Si tenemos en cuenta que el expulsivo de una primípara dura de media hora a una hora, nos encontramos con una reducción del 25 al 50%. Otra cosa es que no haya diferencias neonatales en uno y otro grupo, es decir, que el zagalillo sale igual de sanito tanto si se empuja como si no, pero para ese viaje no hacía falta tantas alforjas.

    ¿Corregimos la entrada en el blog o seguimos publicitando la malaciencia?

    Y ahora tratemos de poner algo de orden en este concierto de una horda de gestantes/futuras gestantes cargadas de razones tras leer las impresiones de un blogista de la interpretación de un periodista lego de un artículo científico:

    Durante el expulsivo, cuando la cabeza fetal ocupa la vagina, la distensión que produce dispara un reflejo que lleva a la madre a contraer la musculatura abdominal, a flexionar el tronco y el cuello, en resumen, a empujar. Y eso es reflejo, inconsciente por tanto, como cerrar los ojos cuando se teme un golpe. Ahí es donde va a incidir el artículo: decirle a la mujer que puje acorta el parto frente a dejar que el reflejo obre, pero no hay diferencias neonatales entre uno y otro proceder.

    Sin embargo, cuando se utiliza una analgesia epidural, ese reflejo queda inhibido; la mujer no siente deseos de pujar. Ese artículo se hizo con mujeres que no llevaban analgesia epidural y por lo tanto no es extrapolable a aquellas situaciones en que se utiliza. Mal vamos si pretendéis empujar cuando bien os venga llevando una analgesia epidural, porque el expulsivo se eternizará con el riesgo que ello conlleva.

    Lo del parto natural, de pie, en el agua y demás mitos lo dejo para otra ocasión.

  12. Dabs:

    Por la implicación de tu mensaje, creo que no me equivoco en decir que seguramente seas obstetra. Te he aprobado el mensaje pero he quitado la descalificación personal hacia un lector. Nada de ataques ni descalificaciones, por favor.

    «Lo mejor en estos casos es siempre ir a la fuente y dejar la prensa lega de lado. He leído el artículo y contra lo que dice el periódico, animar a la mujer a pujar sí acorta el expulsivo, según los autores una media de 13 minutos. Si tenemos en cuenta que el expulsivo de una primípara dura de media hora a una hora, nos encontramos con una reducción del 25 al 50%. Otra cosa es que no haya diferencias neonatales en uno y otro grupo, es decir, que el zagalillo sale igual de sanito tanto si se empuja como si no, pero para ese viaje no hacía falta tantas alforjas.»

    Totalmente de acuerdo, lo mejor es ir al estudio original. Pero eso de que si en una primípara el expulsivo dura de un 25 a un 50% menos, no es así. La media está hecha con todas las duraciones de los expulsivos. Aquellos que duran más son los que más podrían acortarse, pero aquellos que duren menos se acortan también mucho menos. Es cosa de sentido común. Ahora bien, es ese empuje extra no tendría ninguna desventaja si no fuera porque podría tener problemas asociados en la vejiga y el periné. Si los obstetras que hicieron el artículo afirman que quizás es mejor dejar que las parturientas empujen a su ritmo, no debe haber un balance muy claro entre el beneficio y prejuicio de empujar.

    En el caso de esta señora que comento en el artículo, empujar no le sirvió directamente para nada. Era primípara, no le pusieron epidural y tuvieron que intervenir los médicos para terminar el expulsivo de forma «manual» con episiotomía amplia. Ya sé que es un caso aislado y ya está, pero quería mencionarlo.

    «¿Corregimos la entrada en el blog o seguimos publicitando la malaciencia?»

    En todo caso concreto las circunstancias del estudio, no es malaciencia cuando los resultados del estudio dicen eso mismo.

    «Y ahora tratemos de poner algo de orden en este concierto de una horda de gestantes/futuras gestantes cargadas de razones tras leer las impresiones de un blogista de la interpretación de un periodista lego de un artículo científico:

    «Durante el expulsivo, cuando la cabeza fetal ocupa la vagina, la distensión que produce dispara un reflejo que lleva a la madre a contraer la musculatura abdominal, a flexionar el tronco y el cuello, en resumen, a empujar. Y eso es reflejo, inconsciente por tanto, como cerrar los ojos cuando se teme un golpe. Ahí es donde va a incidir el artículo: decirle a la mujer que puje acorta el parto frente a dejar que el reflejo obre, pero no hay diferencias neonatales entre uno y otro proceder.»

    No, lo que dice es que no acorta tanto el parto y que, aunque no haya diferencias neonatales, puede haber el riesgo añadido en las parturientas que he mencionado antes.

    «Sin embargo, cuando se utiliza una analgesia epidural, ese reflejo queda inhibido; la mujer no siente deseos de pujar. Ese artículo se hizo con mujeres que no llevaban analgesia epidural y por lo tanto no es extrapolable a aquellas situaciones en que se utiliza. Mal vamos si pretendéis empujar cuando bien os venga llevando una analgesia epidural, porque el expulsivo se eternizará con el riesgo que ello conlleva.»

    En esto tienes razón, concreto cómo se hizo el estudio y así no induce a confusión.

  13. Si la media de duración de un expulsivo en una primímara es de 60 minutos (es algo establecido desde tiempos inmemoriales) y esta gente dice que se reduce de media en 13, la reducción es un 25% ¿no?. Pero bueno dejemos esa discusión por estéril

    Leído también el segundo artículo (que en realidad es el primero) y lo que me imaginaba: nada nuevo bajo el sol que sea trascendente. La única alteración del suelo pélvico que encuentran (si lo podemos llamar así, aunque me parece algo traido por los pelos para lo que se considera como tal) es que el primer deseo miccional, medido tres meses después del parto, se alcanza con 40cc menos en el grupo de «pujo dirigido». No hay diferencias en cuanto a máxima capacidad cistométrica, a incontinencia de orina, o prolapso de órganos pélvicos. Sin duda que hay una diferencia estadísticamente significativa, pero lo único que encuentran es que una mujer tendrá el primer deseo de orinar a los, digamos, 160ml y otra a los 200ml. Y ya está.
    Además los resultados los dan a tres meses, demasiado poco me parece a mí. Cuando trabajaba en uroginecología mirábamos los resultados a 12 meses porque era los que según nuestra experiencia mejor se aproximaban a un resultado «duradero».

    Pero más allá de todo esto, un consejo de médico (y profesor en la facultad) a estudiante. Mucho ojo con la prensa lega: son capaces de tergiversar lo más evidente. Hay que acudir a las fuentes y más aún sí a partir de esa información te formas un juicio sobre el quehacer de otro.

    Y sobre lo de la descalificación, me reafirmo en lo dicho: ese juicio de valor solo indica su más absoluta ignorancia.

  14. Dabs:

    Gracias por el consejo. Cada vez hago menos caso a la prensa o a los medios de comunicación masivos en términos de estudios y me voy a ellos directamente. Sé lo que son capaces de tergiversar. Seguramente, si ese artículo lo hubiera escrito hace poco no hubiera caído en ese error.

    Comprendo que el artículo te molestara, pido perdón por ello y puedes estar seguro de que esto servirá para que cada vez sea más escéptica en estos casos.

  15. Caigo aquí traida por los microsiervos y me encuentro con un blog muy pero muy sólido y por demás muy interesante. Te felicito, Shora, si hubiera encontrado alguien como vos quizás habría terminado la carrera de medicina, pero era demasiado inquieta intelectualmente y por aquí (Argentina) no es común encontrar médicos que tengan siquiera cultura general.
    Sobre el tema del que trata este artículo, en Argentina hay varios hospitales públicos con parteras (matronas) que propician el parto de cuclillas, especialmente en zonas con población indígena donde esta práctica está más arraigada culturalmente. Precisamente en estas instituciones es donde se tiene más en cuenta que la función de la matrona y el obstetra es de asistencia y, por supuesto, prevención de posibles complicaciones. Las mujeres llevamos pariendo siglos y siglos y hay un componente «instintivo» que no puede obviarse (instinto no es la mejor palabra pero no se me ocurre otra). Como el reflejo de pujar por ejemplo; si en los cursos preparto (aquí se hacen durante los dos últimos meses de embarazo, ya sea que vayas a cesárea directamente o no) te enseñaran a reconocer los signos de tu cuerpo en lugar de pasar 25 minutos hiperventilando sería otro cantar.

    Por último la experiencia personal, luego de dos partos naturales, sin anestesia ni episiotomía, rápidos y satisfactorios tanto para mi esposo como para mí, caímos en manos de un «conocido y prestigioso» obstetra que incurrió en varias conductas cuanto menos que reprochables: intentó venderme fajas muy caras diciéndome que iba a sufrir desgarros y estrías porque mi niño era muy grande, estuvo los 7 meses de consulta insistiendo en que dado el tamaño de mi hijo sería necesario hacerme una cesárea porque no pasaría por el canal de parto, que aunque no fuera a cesárea era imposible que dejara de aplicarme anestesia epidural ya que eso era lo mejor para mí y para él, que era necesario que consiguiera 5 dadores de sangre porque tendrían que hacerme una transfusión luego de la cesárea.
    El niño nació de 3.7 kg (los otros dos eran apenitas más chicos) y el diámetro de su cabeza era más pequeño que el de mi segundo hijo. El obstetra nunca llegó a tiempo al parto, que sucedió 45 minutos después de ingresada en el hospital. Fuí atendida por una partera que lo único que hizo fue echar a mi esposo de mi lado y decirme que dejara de pujar y gritar (no eran gritos, en realidad, sino producto del esfuerzo que hacía al pujar). Obviamente no podía dejar de pujar porque el niño literalmente se me escapaba… Pero ellos querían que el obstetra llegara. Cuando la cabeza de Tomás estaba asomando me voltearon e inmovilizaron entre una enfermera, el anestesista y la partera y me colocaron la epidural más innecesaria de la historia de la medicina. Se apuraron a cortar el cordón umbilical que dio un chicotazo y regó de sangre paredes y rostro del anestesista…
    Pocas experiencias menos placenteras que esta, que debería ser tranquila y segura. Lamentablemente no es algo raro lo que viví, sino terriblemente común y ordinario. Lo extraordinario es el respeto y contención que tuve en mis dos partos anteriores, si este hubiera sido el primero seguramente no habría seguido teniendo hijos…

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