Colaboración con Investigación y Ciencia.
Los tratamientos que carecen de efectos activos sobre el cuerpo humano pueden provocar, aun así, beneficios en la salud a través del efecto placebo. Esto no solo ocurre con simples píldoras de azúcar, sino también con cirugías o psicoterapias placebo. El alivio de múltiples dolencias, en especial de aquellas que cursan con dolor, alteraciones del ánimo o malestar general, mediante tratamientos sin efectos activos se ha documentado en numerosos estudios científicos. Así, las expectativas que los pacientes tienen sobre la terapia influyen en la aparición y la magnitud del efecto placebo.
A pesar de lo que se creyó durante mucho tiempo, el engaño (afirmar que el placebo va a tener efectos positivos sobre la salud) u ocultar qué está tomando el paciente (placebo o tratamiento con efecto activo) no son estrictamente necesarios para que se dé el efecto placebo. Cada vez son más las investigaciones que muestran que los beneficios del placebo se mantienen aunque los pacientes sepan que lo que toman no tiene principios activos.
Más allá del alivio de diversas enfermedades, ¿podría el placebo mitigar sentimientos como la culpa, que interviene en la regulación de la conducta social y es un síntoma que puede estar presente en algunos trastornos mentales? Investigadores suizos han realizado un ensayo clínico con el objetivo de responder a esta pregunta. Los resultados se han publicado en la revista Scientific Reports.
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