Colaboración con eldiario.es.
Uno de los indicadores más importantes de la salud de un sistema sanitario son las listas de espera quirúrgicas. A través del estudio del número de personas que se encuentran en ellas y del tiempo medio de espera, podemos inferir si la atención sanitaria especializada se da en un margen de tiempo razonable. Por otro lado, también nos indica si el personal sanitario es el adecuado para el volumen de pacientes a los que atiende. Debido a su importancia, tanto sanitaria como electoral, los políticos de cada comunidad autónoma tratan de garantizar, por ley, un plazo de respuesta quirúrgica para los pacientes. Esto es, un plazo máximo de tiempo en el que deben realizarse las cirugías.
De esta forma, unas listas de espera que se incrementan en número de pacientes y de tiempo medio de espera a lo largo del tiempo nos indican que algo está fallando: puede ser que el personal sanitario no dé abasto ante las demandas sanitarias de los pacientes, bien sea porque sean menos de los que deberían, porque no disponen de los recursos necesarios (disminución del número de camas por hospital) o porque, por alguna razón circunstancial, las demandas sanitarias se incrementen.
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