A vueltas con el café, ¿es perjudicial para la salud cardiovascular?

Colaboración con eldiario.es.

Café
Dennis Tang

Tras el agua, la bebida más consumida en todo el mundo es el café. Su notable popularidad y los evidentes efectos fisiológicos que desencadena en las personas son dos razones de peso que han llevado a los investigadores y autoridades sanitarias a preguntarse desde hace más de medio siglo si es, en realidad, amigo o enemigo. En otras palabras, si es perjudicial o beneficioso para nuestra salud y a qué dosis.

Para tal fin, miles de estudios han evaluado los efectos de esta estimulante bebida en infinidad de ámbitos como el cáncer, la esperanza de vida, la concentración mental, el crecimiento, la enfermedad del Párkinson, la osteoporosis, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares… Sí, esta bebida rica en cafeína es tan popular en la vida cotidiana como en el ámbito científico. De hecho, el café, junto con el té, ocupa el podio de las bebidas más escudriñadas por la ciencia.

En las últimas décadas, diferentes estudios científicos han arrojado ciertas sospechas sobre que el consumo de café podría incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares al aumentar la rigidez de las arterias. Un estudio epidemiológico publicado en el New England Journal of Medicine en el año 1973 y realizado sobre más de 12.000 pacientes encontró que el grupo de personas que bebían de una a cinco tazas de café al día tenían un riesgo incrementado de ataques al corazón del 60% y este riesgo se incrementaba a un 120% para el grupo que bebía seis o más tazas de café al día. Otro estudio epidemiológico, realizado por la Escuela de Medicina Johns Hopkins y publicado en 1985, realizó un seguimiento durante 38 años a más de 1.000 estudiantes de medicina. Los resultados mostraban que aquellos que bebían cinco o más tazas de café al día tenían 2,8 veces más riesgo de padecer problemas cardíacos que aquellos que no consumían café.

 

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