Bueno, aquí la continuación de la entrada anterior para terminar de responder las dos preguntas que quedan.
Las preguntas de Vicente:
«2. ¿Hacer ejercicio aumenta tanto el nivel de endorfinas como para que lo notemos, o es todo una especie de «efecto placebo»?
3. ¿A qué es comparable un «subidón» de endorfinas?»
-2. Como ya comenté previamente, tuve que dividir la entrada de las endorfinas porque la segunda pregunta era bastante polémica además de compleja. Y la razón es muy sencilla: No se sabe aún con seguridad si son las endorfinas las que provocan ese estado de euforia al hacer ejercicio o es el resultado de otros muchos factores. Para que se hagan una idea, los científicos llevan más de 30 años haciendo experimentos y discutiendo entre ellos varias teorías que podrían explicar la sensación que se produce tras un tiempo determinado de hacer ejercicio.
Pero antes de nombrar dichas teorías hay que explicar a qué nos referimos con esa sensación. Lo que se siente cuando se realiza una actividad física con un tiempo suficiente es lo que los anglosajones comúnmente llaman «Runner´s High» que vendría a ser traducido a nuestra lengua y con una ligera adaptación «El Subidón del Corredor». Consiste en un estado de tranquilidad, analgesia, euforia y felicidad que puede durar desde unos minutos hasta varias horas.
De todas formas, ese estado es una «definición estándar» ¿Qué quiero decir con ello? Que según el deportista cada uno lo experimentará de forma diferente. Unos lo describen como una separación de la mente y el cuerpo, otros como el subidón que provoca una droga, otros como si se sintieran los reyes del mundo y otros como si tuvieran un orgasmo (en el que también hay un incremento de los niveles de endorfinas). Es decir, que la sensación que se describe es muy variable.
De todas formas, se ha demostrado que existe, no es ningún efecto placebo ni nada por el estilo. Pero hay una cosa que resulta bastante graciosa, en un efecto placebo también se produce un incremento de endorfinas por lo que en cierta forma, efecto placebo y el «Runner´s High» van relacionados. Un efecto placebo sería una forma mucho más leve y atenuada del «Subidón del Corredor», ¿paradójico, verdad?
Ahora bien, las causas son otro cantar pues como ya dije anteriormente, en las sensaciones y emociones nunca actúan moléculas de forma independiente sino que actúan muchas interrelacionandose entre sí. Por eso es tan difícil aclarar cual es la causa principal y hay una postura predominante en el debate que se basa en una explicación multifactorial. Es decir, que hay varias causas, con mayor o menos importancia entre ellas, que producen el mencionado «subidón». A continuación mencionaré las teorías que intentan explicar dicho efecto:
-1. Hipótesis Fisiológicas
Hipótesis de las Endorfinas
Está comprobado que los niveles de endorfinas aumentan considerablemente en el ejercicio. Por tanto, los efectos que éstas tienen hacen lógico pensar que tengan una función principal. Sin embargo, hay una pega, no se tiene muy claro que el aumento en sangre de las endorfinas vaya siempre relacionado con un cambio del estado de ánimo por actuación a nivel cerebral. Además, se hicieron experimentos en los cuales el deportista estaba con el susodicho «subidón» y se le administraban antagonistas de las endorfinas. Los antagonistas son sustancias que podríamos decir «bloquean o disminuyen» los efectos originados por la molécula inicial. Pero los resultados fueron que aún cuando las endorfinas estaban bloqueadas y no podían actuar, el «subidón del corredor» persistía, lo que indica claramente que las endorfinas juegan un papel secundario en esa sensación.
Hipótesis Termogénica
El aumento de la temperatura corporal, incluida la de ciertas regiones cerebrales, puede llevar a una relajación y reduccción de la tensión muscular.
Hipótesis de las Monoaminas
Es una de las hipótesis con mayor fuerza. El ejercicio provoca la liberación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y noradrenalina. Éstas moléculas están implicadas en las emociones. Pero de nuevo, no sabemos con certeza si esta liberación de sustancias tiene efectos concretos en el cerebro durante el ejercicio o no. La razón por la que se desconoce es que para saber su actuación se deberían hacer métodos invasivos experimentales, algo que no es ético ni que pueda hacerse en humanos. Por lo que los únicos estudios se han hecho en animales y no sabemos si son extrapolables a las personas.
-2. Hipótesis Psicológicas
Hipótesis de la Distracción
El ejercicio sirve como distracción de las preocupaciones y pensamientos depresivos. Es decir, que ayudaría al deportista a olvidarse de los problemas y centrar su atención en actividades físicas.
Hipótesis del Dominio
Con el dominio nos referimos al pensamiento que tenemos de poseer las habilidades necesarias para completar una determinada tarea, así como también la seguridad y confianza en nosotros mismos para terminarla con los resultados deseados. Por ello, ante la realización de ejercicio físico, la confianza en uno mismo se incrementa por marcarse una serie de objetivos y ver que es capaz de lograrlos. Ya sólo el hecho de proponerse hacer ejercicio y cumplirlo aumentan el optimismo.
En fin, quizás de unos años sepamos exactamente a qué se debe. Pero de momento son esas hipótesis las que se barajan. Una servidora se decanta por la hipótesis de las monoaminas con un papel crucial y las endorfinas además de la termogénesis junto con las explicaciones psicológicas con papeles secundarios. (A ver si se supiera algún día y quién sabe… lo mismo gano la «porra»)
Bueno, ya la siguiente pregunta.
3. ¿A qué es comparable un «subidón» de endorfinas?
Serían sensaciones similares a las mencionadas en el «Subidón del Corredor». Ya que otras actividades que aumentan las endorfinas como los masajes, la acupuntura, el sexo, etc, pueden llegar a emociones iguales. El tipo de emoción que se desencadene dependerá también de la persona. Y también irá relacionado con otros neurotransmisores. Es decir, que no vemos los efectos del subidón sólo por el incremento de endorfinas aisladas. Para que pudiéramos comprobar esto necesitaríamos inyectar endorfinas en gran cantidad directamente en el cerebro humano y esto, como es comprensible, no puede hacerse porque no sería ético.
En cuanto a la pregunta de Patxi:
Ahora que lo leo me he acordado del síndrome de Highlander que le da a la gente mayor que va en bici. ¿Que hay de cierto en ello?
En el síndrome de Highlander o de la Inmortalidad puede ocurrir en el abuelete que hace ejercicio, aún así es extremadamente raro.
Un abuelito con bloqueos parciales en los vasos que irrigan al corazón comienza a hacer un ejercicio, el corazón entonces no recibe la suficiente sangre que necesita en esfuerzo (en reposo no tiene problemas) y se produce la llamada angina de pecho. En la angina existe dolor, por lo que el abuelete al sentirlo, para al instante de correr. Las necesidades de oxígenos del corazón disminuyen porque no necesita hacer tanto esfuerzo, ni latir a tanta velocidad y la angina queda simplemente en un susto.
Pero, como ya sabemos, en el ejercicio se produce lo que hemos llamado el «Subidón del Corredor» que está presente también en otros muchos deportes. Uno de los efectos comentados es la analgesia. Por tanto si el mismo abuelito corriendo llegara a sentir ese subidón los mecanismos del dolor en la angina de pecho podrían no llegar a sentirse. El abuelito seguiría corriendo sin percatarse de ello hasta que al final condujera a un infarto cardíaco porque el corazón no ha recibido durante demasiado tiempo la sangre que necesitaba.
Aún así, como ya he dicho esto es «raro, raro, raro». Porque para que se dé el «Subidón del Corredor» hay que hacer un ejercicio lo suficientemente intenso y/o durarero y en ese tiempo es mucho más probable que antes sienta una angina de pecho y se pare. Eso sin contar que ya de por sí es bastante difícil que el abuelito llegue a tal grado de intensidad en el ejercicio, simplemente porque no tiene la potencia muscular, la agilidad ni las energías que tiene una persona joven.