A veces pienso que da igual que hayan pasado varios siglos desde la Edad Media o milenios desde que el hombre tratara de explicar con dioses y espíritus los distintos comportamientos de la naturaleza o recurriera a diversas pócimas, brebajes y talismanes con poderes sanadores sobrenaturales. El pensamiento mágico no desaparece, por muchos años que pasen, sigue tan unido a la sociedad como lo está su propia cultura. O, mejor dicho, el pensamiento mágico forma parte de esa cultura, y así como ésta va modificándose, evolucionando y actualizándose a los «nuevos tiempos» también lo hacen las pócimas, brebajes y talismanes. Si antes, durante la Edad Media, se utilizaban brebajes con mandrágora para tratar mágicamente a las enfermedades, ahora tenemos a la homeopatía donde se dan brebajes que no tienen nada, exceptuando el agua. Mágicamente hablando, al menos tiene más lógica lo primero.
Igual ocurre con una nueva estafa que ha pegado fuerte en España:
Collar de ámbar para el alivio del dolor dientes en bebés
El collar de perlas de ámbar sintético, electromagnético, facilita la dentición de los bebés.
Propiedades:
La eficacia y la tolerancia de estos collares está bien documentada.
El collar de dentición está destinado a los niños de baja edad durante todo el periodo que dura el crecimiento de los dientes, Su eficacia se basa en su electromagnetismo que tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso del niño. El collar actúa rápidamente sobre el dolor y el cansancio del niño.Ámbitos de aplicación:
En caso de dolores de muela, dolores de cabeza, cansancio o ataques de llanto persistentes.
Es leer la descripción y no se por qué, pero me vienen imágenes fugaces de los charlatanes que iban de pueblo en pueblo anunciando a grito pelado los beneficios y bondades de sus brebajes. Ahora, con esto de internet, todo es mucho más sofisticado y refinado y ya no tienen que dejarse la garganta para engañar al personal.
Si nos ponemos a analizar levemente lo que dicen, poco queda que resulte verdad entre tanto engaño. Si acaso el precio que es lo mas tangible de todo esto. Pero vamos por partes:
-1. El collar ni siquiera es de ámbar es un plástico llamado polystyrol que se asemeja al ámbar. Más conocido como poliestireno, pero se ve que tenían que poner el nombre en alemán para que no fuera demasiado evidente que el material no tiene ningún poder curativo.
-2. Los plásticos no son electromagnéticos.
-3. No hay ninguna evidencia, ni hay nada documentado que diga que collares así (sean o no «electromagnéticos») alivien nada. Bueno, para ser más claros, decir que eso hace algo es como decir que los duendes existen, es cuestión de fe, por parte de los usuarios, y de ganas de dinero fácil por parte de quienes los venden.
-4. Sí, existen contraindicaciones. Cuando un bebé tiene un collar siempre hay cierto riesgo de estrangulación. Algo de lo que ya han alertado los pediatras. Y, la verdad, cuando veo fotos con bebés llevando estos collares en ciertas lugares por internet, no me quedo muy tranquila.
-5. Por el dinero que pagas por un collar «mágico» de ámbar sintético puedes comprarte 3 collares de ámbar sintético en una joyería y siendo mucho más bonitos. ¿La diferencia? Los primeros alardean de efectos sanadores y se embolsan el dinero extra por ello.
Y a quién le parezca nueva toda esta historia está equivocado. Desde siempre se han utilizado amuletos y piedras contra el dolor en la historia de la humanidad. Incluso en la Edad Media se utilizaba el cuarzo para tratar el dolor de muelas. Y, de hecho, existe desde hace tiempo una fraudimedicina alternativa que defiende el tratamiento curativo de las gemas preciosas, la gemoterapia.
Como ven, el pensamiento mágico ni se crea ni se destruye, sólo se transforma o se manipula. Seguramente, cuando la medicina moderna llegue a sacarle todo el potencial a las células madre y a la terapeútica génica dé sus frutos, aún seguiremos viendo a gente llevando pedruscos o plásticos que parecen pedruscos para aliviar mágicamente… lo que sea, el límite está en la imaginación y en la falta de escrúpulos.
Actualización: Estos collares han sido prohibidos en algunas comunidades de España por el riesgo que supone para los bebés y por carecer de sus supuestos beneficios.
Muy buenas, me encanta este blog.
No le pidamos a las madres deseperadas ser racionales con el sufrimiento de sus hijos, de hecho yo creo que la tranquilidad que les infunde ponerles el collar a sus hijos es suficiente para tranquilizar a las criaturas.
puedo sugerir que si bien los bebés no ven el collar y no pueden jugar con el, si lo sienten, para mi mayor, el remedio para todo tipo de golpes y dolores era que les frotara el pecho, no se si se le quitaban, pero dejaba de llorar, para la más pequeña no había pomada, unguento, compresa o jarabe que la calmara cuando empezaba a llorar, lo bueno es que esto no era frecuente, esta experiencia es personal, por lo que de ninguna manera puede aplicar a la experiencia de otras personas, en otras palabras, se agradece la recomendación del mentado collar, pero si el bebé de uno no es sensible a la joyeria o no le gusta simplemente no va a servir para nada.
Por otro lado, las propiedades «electromagnéticas» y curativas del Ambar (ya las he visto y es vil plástico, el ambar es una resina endurecida) se han popularizado mucho, lo cierto es que solo por el hecho de vivir en la tierra no vemos afectados por el campo magnético de la tierra que es miles de veces más poderoso que cualquier imán natural, una brújula solo se desorienta si le acercas un magneto, mientras tanto esta a merced del campo gravitacional de la tierra.
Y aún con todo ese magnetismo benéfico a nuestro alrededor, ese mismo que venden los curanderos, sigue habiendo cáncer, hipertensión, males cardiacos, males respiratorios y demás enfermedades humanas, muy terrestres, muy comunes.
Somos muy suceptibles a creer sin preguntar, si se publicita por cualquier medio, casi siempre asumimos que se dice la verdad, sin más argumentos que los que he expuesto anteriormente puedo decir con seguridad que esto es no es más que una patraña, también decir que si lo compraste y crees que te sirvió, felicidades, si no, era de esperarse, si lo vendes se honesto y dí que es una joya de bisutería.
El creer algo sin corroborar no te vuelve tonto, lo verdaderamente tonto es aferrarse a una idea ya superada.
Desde México un Abrazo Shora (Lástima que seas ajena y de paso yo también)