Colaboración con eldiario.es.
El pasado martes se anunció que un hombre había fallecido el 13 de febrero con COVID-19. Se trataba de la primera muerte en España (y, oficialmente, de Europa) relacionada con el nuevo coronavirus. El paciente murió a consecuencia de una neumonía grave cuya causa no se identificó en aquel momento. La persona, de 69 años, había viajado anteriormente a Nepal. Según informó el Ministerio de Sanidad, este individuo «no parece haber transmitido el coronavirus a nadie».
La detección de esta muerte por coronavirus, semanas después, no es casual. En el momento de su fallecimiento no se realizaron los tests por coronavirus porque este caso no estaba dentro de los criterios para su realización. Hasta el 25 de febrero, solo se realizaban a aquellos pacientes con síntomas respiratorios típicos de COVID-19 que hubieran estado en contacto estrecho con casos confirmados o que hubiera visitado recientemente las zonas de riesgo. Nepal cuenta, en la actualidad, con solo 1 caso confirmado de coronavirus (que se identificó el 13 de enero), por lo que no se puede considerar zona de riesgo. Además, el propio Ministerio de Sanidad tranquilizaba a la población el pasado 14 de febrero afirmando que en España no había coronavirus ni riesgo de infectarse.
Seguir leyendo en: La cantidad de pruebas de coronavirus que se realizan marcan nuestra percepción de la gravedad de la epidemia