Las dos caras más oscuras del coronavirus afectan a los jóvenes: la linfopenia y la tormenta de citoquinas

Colaboración con eldiario.es.

UCI

El COVID-19 suele mostrar su lado «amable» a más del 80% de las personas. Incluso a más, porque esta se considera una cifra infraestimada dado que no se hacen pruebas masivas a la población. Para quienes ven la cara menos agresiva del SARS-CoV-2, la infección por el virus supone padecer unos síntomas leves muy similares a los de gripes o resfriados. Tanto es así que el coronavirus se abrió paso en España y otros muchos países sin levantar alarmas porque, entre otras razones, la enfermedad que provocaba se confundía con estas infecciones respiratorias banales.

Por si este factor no hiciera ya de por sí difícil el control de la epidemia, cierto porcentaje de las personas se contagia y pasa la infección sin mostrar ningún síntoma (casos asintomáticos). ¿Cuál es la magnitud de este fenómeno? No lo sabemos, pero Islandia, que ha realizado una extensa campaña de pruebas entre su población sin descartar a nadie, ha detectado que el 50% de las personas que dieron positivo afirmaba no haber tenido ningún síntoma. Un estudio publicado en la revista The British Medical Journal ofrece datos aún más sorprendentes: según información procedente de China, el 78% de los casos confirmados de coronavirus eran asintomáticos. Para muchas personas, el coronavirus ha sido tan inocuo que no tienen la menor idea de que se contagiaron y ahora son inmunes (no sabemos por cuánto tiempo).

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