Más allá del debate sobre el tipo de mascarilla: la cuestión fundamental (y a menudo ignorada) está en el ajuste

Colaboración con eldiario.es.

Ajuste de las mascarillas

Las mascarillas han tenido un lugar destacado entre los múltiples debates científicos que se han planteado en esta pandemia. Al principio la discusión se centraba sobre todo en la idoneidad o no de recomendar su uso en la población general sana para reducir los contagios por coronavirus. Meses después, la controversia se ha trasladado a qué tipos de mascarillas son más apropiados para diferentes circunstancias. En la actualidad, las recomendaciones sanitarias sobre esta cuestión son un tanto dispares a nivel internacional. Así, mientras Alemania y Austria han impuesto hace poco las mascarillas FFP2 como obligatorias en lugares como el transporte público o comercios y desaconsejan o prohíben las mascarillas de tela, otros muchos países como España, Estados Unidos o Reino Unido no obligan a la utilización de mascarillas específicas entre la población general.

Recientemente, la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, declaró a los medios que, con respecto a las mascarillas FFP2: «La evidencia por el momento no es suficiente para utilizarlas a nivel general». Esta declaración se produjo tras consultar a expertos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedad. Se trata de una postura que comparten también el CDC, la OMS y el Ministerio de Sanidad en España.

Al margen de los anteriores debates, el ajuste de las mascarillas ha sido un tema mucho menos destacado tanto por las autoridades sanitarias como por los medios. Se trata, sin embargo, de un detalle importante a la hora de frenar los contagios. Igual que la eficacia de un paracaídas cae en picado si cuenta con un gran agujero, la eficacia de las mascarillas se reduce notablemente si están mal ajustadas a la cara. Así, la mejor mascarilla FFP2 puede llegar a tener menos eficacia que una higiénica o incluso que una casera si existen grandes huecos entre esta y el contorno facial. Las gotitas respiratorias y especialmente los aerosoles pueden pasar por dichos huecos con facilidad, como han mostrado diversos experimentos.

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