Robots que operan a distancia, bebés sordos que vuelven a oír, la más modernas terapia biológicas dirigidas contra el cáncer… Resulta muy difícil concebir, en la actualidad, la medicina sin la ciencia. Sin embargo, pese a esta unión tan fructífera y beneficiosa para el ser humano, el misticismo en medicina persiste como medicinas «alternativas». Y poco importa que las pruebas científicas sean radicalmente opuestas a lo que el pensamiento mágico afirme, éste seguirá existiendo en cambiantes formas.
Esta persistencia del misticismo no es sólo cosa de la población general (de la vecina del quinto, o del amigo de la novia de mi primo segundo…) sino también y para mayor sorpresa entre gente supuestamente formada en la materia como son los médicos. ¿Por qué si todos los médicos parten de una formación similar y estándar existe un porcentaje palpable que se agarra al pensamiento mágico contradiciendo todo lo aprendido? Sin duda, existen muchas y diversas explicaciones al respecto sobre este asunto que me encantará leer en los comentarios, pero yo creo que las principales son las que a continuación explico.
La mayoría de las veces, la enseñanza de la medicina no tiene, simple y llanamente, un enfoque científico aunque sus conocimientos procedan de la ciencia. Me explico. Prácticamente siempre, la transmisión de conocimientos a los estudiantes de medicina se limita a una enumeración extensa de hechos que hay que memorizar sin que se expliquen de dónde vienen esos datos o por qué sabemos qué esos hechos son así. Dicho de otra manera más clara, se enseñan los conocimientos de medicina que se obtienen de la ciencia, sin explicar cómo se han obtenido de ella. Por ejemplo: «El fármaco Patatín cura la enfermedad Patatán», punto. No se explica ni cómo se llegó a desarrollar dicho fármaco, ni cómo se comprobó su efectividad y, muchas veces, tampoco su mecanismo de acción detallado. Se aprende que determinado fármaco es para tal y otro para cual, además de una serie de efectos adversos, contraindicaciones, mecanismo básico por grupo farmacológico, etc.
¿Qué diferencia habrá con respecto a lo anterior cuando al médico en formación o ya formado, le coman la oreja con la homeopatía y le «enseñen» que «El medicamento homeopático Fradulín cura fenomenalmente la enfermedad «Potatón»? Ninguna, el sistema de enseñanza es exactamente idéntico. Una enseñanza extensa de hechos sin ninguna visión crítica de dónde vienen. ¿Cómo no va a haber gente que no sea capaz de encontrar diferencias, que no sean capaces de ver que el origen del conocimiento científico es sólido por un lado y el homeopático tambaleante por otro, aún entre los médicos? Toda ciencia no convenientemente explicada se percibe como magia. Y cuando se ha visionado la ciencia como magia durante mucho tiempo, es muy difícil que esa persona se dé cuenta cuando alguien viene a contarle el magia potagia.
Ahora bien, no todo se debe al modo de enseñanza de la medicina. La forma de ser del médico va a influir enormemente en que termine estando entre los distintos grupos médicos que pueden existir con respecto a la eterna lucha ciencia versus misticismo. Cada persona se encuentra en un rango de credulidad/escepticismo que puede variar a lo largo de la vida con las experiencias y que también depende de la propia personalidad. A más credulidad, más pensamiento mágico. A más escepticismo más pensamiento científico. De esta manera según en qué lugar del rango nos encontrásemos encontraríamos los siguientes grupos médicos:
Médico científico: Es aquel médico que ha interiorizado y conoce los métodos de la ciencia y sabe cómo se llega a saber lo que se sabe en medicina. Para el tratamiento de enfermedades tiene en cuenta la medicina basada en la evidencia, recurre a los ensayos clínicos más potentes y tiene una mirada crítica hacia todo aquello que le promocionen sin evidencias científicas.
Médico crédulo: Es aquel médico que no ha interiorizado los métodos de la ciencia pero que, al seguir las recomendaciones de autoridades y personalidades médicas científicas, sigue un enfoque más o menos acertado científicamente en la práctica. Sin embargo, recurre ocasionalmente a tratamientos y otras prácticas contrarias a la evidencias científicas por desconocimiento y por seguir a falsos expertos.
Médico místico: Es aquel médico que no sólo no ha interiorizado los métodos de la ciencia sino que los rechaza. Su práctica médica se basa en sus propios actos de fe hacia las medicinas «alternativas» que más le gusten o hacia la suya propia reinventada. Critica todo aquello que tenga que ver con la medicina científica.
Por suerte, en la práctica médica los médicos científicos son bastantes y los crédulos tienden a seguir a los científicos. Pero existe una nada desdeñable cantidad de médicos místicos que dejaron la práctica de la medicina en una cuestión de fe. Y que existan médicos que estén más preocupados en seguir sus propias creencias que en el bien de sus pacientes es algo realmente peligroso.
No por ser «homeopatico» es místico, recuerde que la mayoría de los medicamentos que actualmente utilizamos son dosis concentradas de los metabolitos secundarios de las plantas, o modificaciones de los mismos, así que su forma de acción es similar a la de la droga convencional
Eso sería si en un preparado homeopático existiera alguna molécula activa o las moléculas suficientes para causar algún efecto. Estos son algunos de los «supuestos» mecanismos de acción de la homeopatía: Lo similar cura lo similar, la ley de las diluciones infinitesimales y el reequilibrio en el desequilibrio de la fuerza vital… Pues como que no tiene mucho que ver con una droga convencional y con la medicina científica, qué quieres que te diga.
Yo pensaba que el número de médicos ‘crédulos’ era casi anecdótico, porque se supone que antes de entrar a la facultad se ha obtenido una formación científica básica…
Además hay un pequeño efecto colateral en las palabras y creencias del ‘médico místico’: que lo ha dicho un médico, y eso tiene un valor y un prestigio extraordinario para mucha gente. Y seguro que alguien encuentra la forma de venderlo 😛
Un saludo! 😉
» …. «El fármaco Patatín cura la enfermedad Patatán», punto. No se explica ni cómo se llegó a desarrollar dicho fármaco, ni cómo se comprobó su efectividad y, muchas veces, tampoco su mecanismo de acción detallado. Se aprende que determinado fármaco es para tal y otro para cual ….».
Creo que este párrafo no refleja de forma excesivamente precisa, aunque sí de forma general, la dificultad y el nivel de profundidad de la asignatura farmacología en tercero de medicina. Por lo demás, lo de los tres tipos de médicos, probablemente sea cierto.
Un saludo.
Tienes razón en que ahí he simplificado el asunto, quizás en exceso. Me he dejado efectos adversos, contraindicaciones, mecanismo básico por grupo farmacológico… Voy a puntualizarlo para que no existan dudas al respecto.
El que un médico cualquiera aparezca como científico no es garantía alguna de que realmente lo sea. De la misma forma que la mayor parte de los que se declaran católicos en realidad no creen ni dejan de creer en la resurrección de Jesús, sino que se simplemente suscriben el discurso formalmente aceptado por los demás católicos (discurso que es sobre todo un signo de identidad de grupo) tengo la casi certeza de que la inmensa mayoría de los médicos que se conducen de forma «científica» no han interiorizado los métodos de la ciencia. Sólo pretenden haberlo hecho. Puede que sepan aplicarlos, de la misma forma que saben sumar números de varias cifras, pero nada más.
Ser «científico» es muy difícil. No me refiero al que trabaja en un laboratorio con bata blanca y lee el periódico como cualquier persona culta que se precie. A esos los llamaba Nietzsche «obreros de la Ciencia». El ser un verdadero científico, es decir, un filósofo, no sólo requiere grandes dosis de humildad y una férrea disciplina intelectual. Eso es algo que está al alcance de cualquier religioso. Lo más difícil en la tarea de buscar honestamente la verdad lo describió también Nietzsche con una frase genial, que sin duda es fruto de su experiencia personal:
«La verdadera fortaleza de un hombre se mide por la cantidad de verdad que es capaz de soportar»
Vivimos sumergidos en un mar de mentiras, la mayor parte de ellas creadas por nosotros mismos. En este contexto, fenómenos como el de los licenciados en Medicina que recetan homeopatía se pueden considerar anecdóticos.
Excelente comentario, pero yo soy aún más pesimista en el análisis final. No creo que la mayoría de los médicos pudiesen clasificarse dentro de esa categoría de «médico científico». Más bien diría que son una excepción y una minoría extraordinaria. Como muy bien se señala, la formación médica está desligada del conocimiento científico en el que se basa y de dónde procede la práctica médica. Pero es que la enseñanza médica está en manos de los propios médicos que no tienen ningún tipo de relación o experiencia con la ciencia.
Y si nos vamos más atrás nos daremos cuenta de que desde la más tierna infancia, el contacto con el método científico, el pensamiento basado en la evidencia, la historia de la ciencia, las bases de la ciencia de nuestro tiempo, etc, están totalmente ausentes en nuestra formación más básica. Todo esto genera una sociedad que es totalmente analfabeta en cuestiones básicas de ciencia y promueve una imagen, por ejemplo de la medicina, mística y mágica.
Volviendo al «toda tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia», incluso los jóvenes que aspiran a formarse en medicina lo hacen desde una perspectiva que está relacionada con la visión general de la sociedad de lo que es un médico, prácticamente un curandero de nuestros días. Y desde luego el paso por las universidades no le alejan mucho de esa visión, ni la práctica futura cuando ejerza la medicina le permitirán tener un contacto más cercano con la ciencia, ni el reconocimiento social le llegará por su cercanía al método científico.
Resumiendo en frase apocalíptica: un médico no llega a la medicina desde un pensamiento científico, ni se forma en ciencia, ni se relaciona con la ciencia durante su práctica médica, ni se le reconoce por su cercanía con el método científico.
¡Hola! Hace poco descubrí tu blog y voy leyendo entradas anteriores, es muy interesante. A mi también me sorprende que haya biólogos, médicos y demás científicos que crean en la medicina alternativa (o en la ciencia alternativa, como quieran llamarlo) cuando yo que acabo de terminar primero de Bioquímica puedo hallar errores básicos en sus supuestas teorías. También he visto que algunos la llaman «ecológica», supongo que para llamar la atención de la gente, ya que para muchos laboratorio = malo, ecológico = bueno.
Seguiré visitando tu blog. ¡Nos vemos!
Me ha encantado la división médica que propones, aunque creo que te olvidas de un tipo:
Médico OFUSCADO: Aquel que antepone su visión del mundo, arguyendo su carrera médica, a cualquier tipo de opinión y estudio de otras personas, llegando al nivel de ni tan siquiera escuchar a los demás.
Menos mal que de estos hay pocos (en función del porcentaje de médicos que conozco, que son unos cuantos, sólo dos de entre todos entran dentro de esta definición).
El ejemplo más claro lo tengo en un amigo (y sí, sigue siendo un amigo… menos en temas médicos), que en una de nuestras charlas domingueras en las que «arreglamos el mundo» (lástima que no se deje arreglar) acabamos hablando de medicina, de medicamentos, de efectos adversos y demás (deformación profesional en charlas de médicos, farmacéuticos y ópticos), y en un momento determinado en que la conversación derivó a una sustitución de un genérico por un medicamento de marca comercial(un omeprazol normon por un ceprandal, que ahora con la nueva ley de precios menores es el que hay que dar al ser el más barato), soltó la frase lapidaria que terminó esa conversación (aún la recuerdo):
«Como pille a un farmacéutico que cambie algo que yo doy, lo denuncio, ¿quienes se creen que son para ir en contra de mi elección personal y mi criterio profesional?».
A partir de ahí ya degeneró la conversación, entre los partidarios de las sustituciones «lógicas» (y por lógicas me refiero a aquellos medicamentos con amplio margen terapéutico y por medicamentos bioequivalentes), entre los que nos contábamos dos médicos (anestesista y oculista), un farmacéutico (yo mismo) y un óptico, frente al médico (medicina general) que decía que no.
Al final no se llegó a ninguna conclusión, principalmente por su cerrazón a la hora de escuchar, por lo que cambiamos el tema de conversación a política (mejor tema… todos estamos de acuerdo siempre en que a los políticos habría que matarlos a todos).
Pero a lo que iba, este tipo de médicos (que como digo, menos mal hay pocos) se pueden unir a los tres que propones, de forma que un médico «científico ofuscado» puede causar tanto mal como un médico «místico».
Claro que un «místico ofuscado» (que son la mayoría de los místicos) puede ser algo muy peligroso… sobre todo por aquellos que toman sus palabras como verdad los creen.
Y para finalizar, decir que creo que la culpa es un 75% educación y un 75% sentido común. La educación que recibimos en nuestras carreras determina lo que en el futuro creeremos (si nos dicen que los AINEs curan el dolor de cabeza y nos lo creemos, pos vale… si nos explican el como actúan a nivel de COX1 y COX2, y como las inhibiciones de ambas enzimas provocan una cascada de reaciones y que uno de sus múltiples efectos es la analgesia… pues mejor). Pero a mayores de eso, sin el otro 75% de sentido común, da igual lo que hayamos estudiado… Una persona que reciba una educación base, pero que luego se informe y estudie por su cuenta para ampliar sus conocimientos, está usando ese sentido común. Una persona con una educación maravillosa, que luego se anquilose y se dedique a creer lo mínimo indispensable sin comprobarlo. Ahí es donde está el error.
Al menos esa es mi opinión
perdón… es 25% educación y 75% sentido común… que me lio yo mismo y luego ya ni sé lo que escribo
😛
Hace unos meses me dio un seminario de oftalmología en la facultad una mujer con una power balance. Acojonante.
La realidad es que en la práctica diaria y en los mejores centros del mundo, las decisiones médicas basadas en la evidencia (¡qué mala traducción por cierto!) solo alcanzan el porcentaje del 20%. Esto quiere decir que la medicina es una ciencia muy, pero que muy blanda y de ahí que se enzarce en polémicas estériles con disciplinas que no pertenecen al ámbito científico como la propia homeopatía. ¿Qué sirve entonces para tomar el resto de las decisiones que son el 80% restante? Pues una combinación de información no contrasta y la evocación de la experiencia previa. Estamos lejos en la actualidad de hacer ciencia pura cuando tratamos a pacientes. La gran mayoría de las veces manejamos hipótesis diagnósticas y lo mas cercano a la verdad es el informe anatomopatológico (a veces la autopsia desgraciadamente), no siempre concluyente. En actividades de vanguardia, en los límites de la práctica y la terapéutica, la incertudumbre es aún mayor y las decisiones se toman por inspiración, entendida ésta como la habilidad de elaborar respuestas por medio del conocimiento acumulado tanto científico como práctico y la intuición de quien se ha encontrado muchas veces antes situaciones totalmente parecidas y no por ello menos nuevas. Esto, claro está, no ocurre con mucha frecuencia en la consulta de un generalista de suburbio, pero es el pan de cada día en centros que tratan los casos difíciles, a los que precisamente los generalistas refieren sin dudarlo.
En fin, en la facultad te dan el carné para que empieces a aprender y toda la vida por delante para saber, conocimiento que no es fácil de transmitir porque hay que vivirlo y trabajar de lo lindo. Si quieres saber mas cosas, deja los apuntes de clase y lée libros y artículos y pronto te darás cuenta de que no sabes nada de nada que es lo que pasa cuando crees que eres un médico «científico».
No seré yo quien defienda a los charlatanes, que los hay a patadas muchas veces en la figura de otro tipo médico, el económico, aquel que dice y hace lo que haga falta hacer y decir porque para eso le pagan. Se ganan bien la vida por cierto, porque la gente necesita creer y por eso también compra lotería; a veces toca. Estos charlatanes se nos vuelven a escapar porque nuestros argumentos no son suficientemente potentes, categóricos, irrefutables, en suma, porque no son científicos la mayoría de las veces: son a lo más, tristes opiniones también…. Yo soy un escéptico que creo (¡vaya antinomia!) que la ciencia sólo es un método, de entre todos el mejor, pero que está lejos de solucionarlo todo y menos aún en medicina. Así que me protejo de todos aquellos que saben y entienden y conocen de verdad, de los creyentes en la ciencia como de una nueva religión.
Es cierto que a la mayoría de los médicos y veterinarios no se les enseña con suficiente convicción el pensamiento científico, y salen de la Universidad sabiendo el «cómo» pero no el «porqué».
Personalmente creo que todos los médicos que se dedican a la homeopatía saben en el fondo de su falta de fundamento. De otra manera, si realmente están convencidos de sus supuestos efectos curativos, creo que algo está terriblente mal en nuestro sistema educativo.
En realidad, me parece que todas estas terapias «alternativas» no pasan de ser una buena «alternativa» financiera para quienes las practican.
Gracias por el blog.
Hay muchos pacientes (pero muchos, muchos) que están dispuestos a pagar dinero por tomar productos homeopáticos u otras magufadas. Dinero que no están dispuestos a pagar por una consulta médica científica.
La gente no quiere pagar por escuchar la verdad, porque la verdad es que la ciencia hay muchas cosas que no puede curar.
Y mientras haya pacientes dispuestos a pagar por eso habrá médicos (y otros no médicos) dispuestos a cobrar por ello.
No se trata de un problema de formación científica sino de incentivos financieros.
Sin duda, existirán algunos médicos que, a sabiendas de la ineficacia de la magufada se turno, se dediquen a aplicarla por una cuestión de dinero y nulos principios. Pero hay una máxima en el comportamiento humano muy acertada: «Nunca achaques a la maldad lo que puedas atribuir a la estupidez». La absoluta mayoría o prácticamente todos los médicos que aplican, por ejemplo, homeopatía están convencidos de su eficacia o desconocen su no eficacia. Y eso se nota mucho cuando se critica la homeopatía en algún lugar de internet y vienen una horda de médicos homeopáticos enfurecidos que responden con agresividad pues les has tocado algo que suele doler más que el bolsillo, les estás tocando su fe y mostrando su estupidez.
¿Alguien puede opinar sobre la acupuntura y la medicina tradicional china, sobre sus bases y sobre su eficacia clínica?
El «pensamiento mágico» seguirá existiendo mientras la gente tenga fundadas razones para desconfiar de una medicina ortodoxa, científica y académica que nos vende gripes porcinas, tamiflus y vacunas que son peores que la enfermedad. No estoy defendiendo en absoluto el misticismo pero cada día más la medicina oficial y académica se convierte en un negocio muy lucrativo en el que se pierde por completo el rigor científico y la ética. En ese sentido se te ha olvidado una categoría muy importante y abundante de médicos, el MEDICO PESETERO. Aquel que receta medicamentos mas caros (aunque no más efectivos) para sacar tajada. Aquel que recibe a miles de visitadores médicos incluso en horas de consulta a pacientes y se deja agasajar con sus regalitos. Aquel que siendo considerado una autoridad sanitaria solo defiende su bolsillo en vez de defender la salud publica. Aquel que investiga terapias carísimas gastando millones sin conseguir resultados, solo con la esperanza de lograr un tratamiento de alta tecnología para una enfermedad minoritaria que pueda patentar y solo una potente farmacéutica pueda desarrollar. Aquel que ignora olímpicamente enfermedades que matan anualmente millones de personas y que se solucionarían con una fracción de lo invertido por ejemplo en investigación de terapias génicas solamente porque esas enfermedades afectan a personas económicamente insolventes e investigar en dichas enfermedades no es tan lucrativo. Aquel que deja de lado la práctica mas eficaz y mas barata de la medicina que es la MEDICINA PREVENTIVA porque solo sirve para mejorar la salud pública pero no da beneficios a ninguna farmacéutica. Aquel que siendo una «autoridad sanitaria» ignora medidas tan básicas como la recopilación de datos para estudios epidemiologicos, algo que es imprescindible para establecer relaciones entre enfermedades y sus causas, pero que cede a presiones de quienes tienen intereses en contra de que se establezcan dichas relaciones porque saben que entonces les lloverían las demandas (hablo por ejemplo de relación entre cáncer y contaminantes ambientales).
Has dado totalmente en el calvo con esta entrada. Esta situación además no se da solo entre médicos.
Hace poco ví unas cosas sobre la «odontología holítística» -cuando los dientes duelen en la espalda.
También entre podólogos he visto cosas como corregir paliar una cervicalgia con unas plantillas especiales que corrigen la postura desde las plantas de los pies a la cabeza.
Entre fisioterapeutas la osteopatía triunfa y gran parte de ella está opuesta a los conocimientos científicos actuales. Además tampoco es fiable del todo un curso que venga de una autoridad como un colegio de fisioterapeutas, verás cursos de psiconeuroinmunulogía avalados por un colegio o de nutrición ortomolecular organizados por una sociedad española de fisioterapia.
Pienso que el blog «la lista de la vergüenza» ha dado en el clavo comentando qué universidades españolas ofrecen cursos de terapias alternativas sin base científica. http://www.listadelaverguenza.es/
El hecho de que la quiropráctica sea una carrera universitaria en algunos países da pie a mucha confusión. En EEUU está totalmente unida en algunas escuelas a una creencia religiosa, aunque poco a poco va abandonando estas ideas, y así se exporta a otros países en forma de cursillos.
También la teología (el género de ciencia ficción más prolífico) se enseña en universidades.
Y los productos homeopáticos se venden en farmacias y los famosos y deportistas llevan pulseras de equilibrio Power Balance.
La Medicina hoy en día es tan extensa que es difícil (por no decir imposible) conocer el grado de evidencia de todas las decisiones que se toman. La tradición hace mucho aún hoy.
Afortunadamente, las guías clínicas sistematizan mucho la evidencia y nos facilitan mucho la vida. Pero hay muchos aspectos a los que las guías no llegan. Por ejemplo, cuidados postoperatorios o tiempo óptimo entre revisiones médicas.
En este sentido, la tradición aprendida sigue siendo el pan nuestro de cada día.
La percepción que mucha gente tiene acerca de la efectividad de la medicina, pienso que tiene que ver mucho con el modo como el cerebro humano parece llevar las estadísticas. Los medicos en su diario trabajo se enfrenan a exitos y a fracasos y en el intento de salvar vidas pueden fallar a veces. Ante esto, en la memoria de los afectados siempre quedará magnificado el fracaso y los éxitos se atruibuirán a los efectos magicos, o al tratamiento alternativo que se llevó o simplemente se dirá que la constitución del paciente es privilegiada que le permitió salir vivo de la enfermedad.
Shora, ¿puedes decirnos algo sobre la ozonoterapia? He estado intentando informarme pero me faltan los conocimientos suficientes como para saber si tiene fundamento o no, y las declaraciones de médicos que he encontrado por internet son contradictorias. Cuando explicas las cosas las entiendo perfectamente, me gustaría conocer tu opinión, aunque obviamente antes de tomar una decisión hablare con mi especialista.
Gracias!
Anónimo: Hay mucho vacío de evidencias científicas sobre la ozonoterapia.
Cuando tengas dudas sobre tratamientos médicos dudosos te recomiendo:
Abarca muchas bases de datos de medicina basada en la evidencia y facilita mucho la vida. Así por ejemplo, en el caso de «ozone therapy» podemos ver de un vistazo varias revisiones Cochrane (la pata negra de la medicina basada en la evidencia):
Concretamente sobre el dolor de espalda (se utiliza mucho en hernias de disco) las conclusiones parecen claras:
«: There is insufficient evidence to support the use of injection therapy in subacute and chronic low-back pain. However, it cannot be ruled out that specific subgroups of patients may respond to a specific type of injection therapy.»
Y los mismos resultados los vas a encontrar en cualquier otra aplicación del ozono. Hoy por hoy no es una práctica sustentada en evidencias científicas.
Precisamente un compañero que conozco está escribiendo un libro sobre medicinas naturales desde un punto de vista científico y uno de los apartados es sobre ozonoterapia. No tardará mucho en salir.
al parecer todos de una o otra manera tienen su punto de vista, preguntenles a los cubanos como pueden sobrevivir cuando no tienen ni una aspirina para facilitarle a sus pacientes.
Colegas y no colegas:
Creo, con 35 años de ejercicio de la medicina sobre mis espaldas, que la medicina no es una ciencia, pero sí que utiliza muchas ramas de la misma para intentar ser lo más objetiva posible. Citando a Florencio Escardó (al que recomiendo leer, y sobre todo su carta abierta a «Los pacientes: una mayoría irredenta»), me animo con él a definirla algo así como: un quehacer u ocupación cultural, abocado a la prevención de la enfermedad y/o restauración de la salud, cuyo nivel de complejidad y utilización de la ciencia depende directamente del nivel de inserción de la ciencia en la sociedad en la que se desenvuelve.
Pueden haber más definiciones, obviamente, pero ésta a mi me gusta.
También debo decir que, dado que los datos que manejamos al tratar con seres humanos, son poco confiables, y nuestro nivel de exactitud bastante pobre; tanto que, de hecho, son más las veces que nos sorprendemos de que nuestros tratamientos vayan bien, que las que no.
Lo dicho es fácilmente explicable por:
1) en lo referente a los pacientes, el 90%, como mínimo, oculta datos, miente, y no cumple los tratamientos, por las razones que fueran, que caen sólo en la órbita de sus necesidades y problemas personales
2) en lo que le toca a los medicamentos: los trabajos muchas veces no son confiables, las valoraciones estadísticas son tendenciosas, se extrapolan datos a otras patologías, etc, sin siquiera detenernos a hablar sobre los pobres médicos residentes, que son los que generalmente hacen la recolección de datos como pueden, estando cansados, sin dormir, y a altas horas de la noche. ¿O alguien se animaría a decirme que SIEMPRE hizo lo que debía, y no trucó algunos datitos insignificantes? Pues sumen dicho error a todos los centros que comparten una investigación, y luego me cuentan la confianza que se puede tener.
3) en la práctica todo está mezclado, nada es como parece, nunca recordamos TODOS los efectos secundarios, advertencias, interacciones, etc; y casi todos los pacientes toman mil pastillas al día.
Y todo esto poniendo buena voluntad y tratando de pensar científicamente; no hablemos de quien ni siquiera lo intenta.
Pero no desesperemos: siempre ha sido, y será igual. Lo que hay que hacer es no claudicar, y tratar de ser lo más rigurosos que se pueda. Es una cuestión de conciencia.
http://rehabilitacionymedicinafisica.blogspot.com/2009/10/todo-lo-natural-el-bueno-o-la.html
Desmontando falsas creencias:
TODO LO NATURAL ES BUENO.
La naturaleza es maravillosa, los pajaritos cantan y los parques naturales son hermosos. Pero también es despiadada y cruel y no hay que ser una gacela en las garras de un león para darse cuenta. De hecho lo natural es enfermar y morir, quedarse calvo o coger una infección. La viruela era 100% natural, y tambien la peste, la rubeola, la gripe… Lo natural es morirse de frío en una glaciación, ponerse encima una piel de oso o una camiseta es artificial, sobrevivir a una epidemia gracias a una vacuna es artificial, los ferraris son artificiales, y también el maquillaje y los antibióticos. A partir de ahí pueden disfrutar de un artificial mundial de futbol o de un natural acecho y caza de leones y gacelas en Kenia. Esto también es una muestra de lo despiadada que es la naturaleza. Hay quien puede pensar que todas las enfermedades son una creacción artificial de laboratorio financiadas por las farmaceúticas y que todos los médicos estamos en el ajo del negocio. También pueden culpar de los terremotos e inundaciones 100% naturales la cambio climático causado por el hombre o los maltratos a la madre tierra, pozos petrolíferos incluídos. Hasta el mal tiempo es culpa del hombre: lo natural es que haya una temperatura agradable y que los lobos jueguen con los corderos en el jardín del edén. También pueden creer que todos los males que azotan al hombre son por su falta de fe en una religión bastante artificial. Pueden creer lo que quieran ya que son libres: la naturaleza es buena y los males del mundo son culpa de los ateos que no tienen fé. Y como yo también puedo pensar lo que quiera les diré que muchos males del mundo están provocados por personas que tienen fé en cosas absurdas.
Desmontando falsas creencias:
http://www.rehabilitacionblog.com/
SI ES MILENARIO Y ANCESTRAL ENTONCES LA HISTORIA A DEMOSTRADO QUE FUNCIONA:
Especial para el argumento de la medicina tradicional china.
Lo tradicional en europa fué la trepanación, también fué tradicional y milenario utilizar reliquias de la Santra Cruz (hubo tantas que si las juntasen todas en vez de una cruz podrían haber construído tres arcas), exvotos, velas y limosnas al santo. Más tradicional aún, y con miles de años de historia es el zodiaco y la medicina astrológica:
Ya saben, si son acuario y saturno está en sagitario y en la casa de cáncer no hay ninguna figura astral, no se operen de fimosis ni de apendicitis.
Llevamos milenios de historia de las religiones, pero resulta que tanto el cristianismo como el islam, por coger solo dos de ellas, consideran a la otra una falsa religión. De esa forma, al menos unos cuantos miles de millones de creyentes están equivocados ya que las creencias son excluyentes. Si algo es falso entonces, ¿Cómo puede sobrevivir algunos cientos de años o hasta milenios?
2º ARGUMENTO: como lo enseñan en la universidad es cierto.
Resulta que la teología es una carrera universitaria. Resulta que cada gran religión tiene la suya propia y excluye a la otra al considerarla falsa. Total, que la teología, rama más fructífera de la literatura fantástica, resulta que es una carrera universitaria. De hecho las universidades empezaron teniendo esta materia como su principal soporte.
Si quieren medicina ancestral entonces tomen polvo de esmalte del tigre dientes de sable, hagansé una trepanación, encomiéndense a Orus y no dejen de mirar la posición relativa de los astros respecto a su signo zociacal.