Hace tiempo, durante mi época en Soitu.es, escribí un artículo sobre unas supuestas «Burbujas de la eterna juventud» promocionadas por Sanitas que, para más inri, decían que contenían oxígeno puro. La metedura de pata difícilmente pudo ser mayor, ya que el oxígeno es muy oxidante y si encima es puro ya ni les cuento. Aún así, en Sanitas estuvieron atentos y no tuvieron reparos en corregir toda esa parafernalia publicitaria engañosa del dossier correspondiente. Y así, el tema quedó en el olvido… hasta ahora.
Ironías del destino, la misma empresa que desarrollaba dichas burbujas, Zonair 3D, contactó conmigo a través de una agencia de publicidad hace unas semanas porque iban a lanzar una campaña de difusión en los medios durante estas fechas y querían saber mi opinión (dudo mucho que conocieran mis antecedentes). Así que yo, temerosa de lo que me iba a encontrar, me dispuse a ver los informes sobre el producto y las afirmaciones médicas que contenían sobre las burbujas de aire puro. No tardé mucho en encontrar frases como las siguientes:
Proporciona un tratamiento antienvejecimiento de forma natural
Mejora de la oxigenación física y mental
Un ambiente con el O2 adecuado, favorece el colágeno y la elastina de la piel
Y otros beneficios, que, aunque sí son reales, sólo existen durante el tiempo que el individuo permanece dentro de la burbuja. Como por ejemplo:
Reduce drásticamente el nivel de metales pesados que respiramos en el aire
Elimina la absorción de sustancias cancerígenas producidas por la polución ambiental
Así que hice exactamente lo me dijeron, dar mi opinión: Aunque el producto podía resultar muy útil para determinados ámbitos (quirófanos móviles, pacientes inmunodeprimidos, etc) estaba plagado de publicidad engañosa. Desafortunadamente, dicha opinión no fue bien acogida, quizás porque lo que esperaban era a alguien acrítico que hiciera una complaciente publicidad.
Como respuesta a mi afirmación, obtuve un burdo intento del director ejecutivo para engañarme con palabrería médica y científica, al más puro estilo Sokal, que cualquiera con unos mínimos conocimientos y sentido común hubiera detectado como un espeso humo de esencias marketinianas:
Sobre la afirmación que usted pone en duda -“Proporciona un tratamiento antienvejecimiento de forma natural”-, la posibilidad de respirar aire puro con un nivel óptimo de O2 y libre de contaminantes, permite regenerar las vías respiratorias y las mucosas a la vez que brindar a nuestras células un mayor aporte de energía y una mayor regeneración celular (hemos contrastado científicamente que la calidad del O2 que garantiza la burbuja de aire puro, logra una mayor penetración en el organismo a través de los hematíes, convirtiendo algo tan simple en un verdadero ciclo aeróbico perfecto), estos beneficios tienen una importante repercusión en la mejora de la elasticidad e hidratación de la piel y a su vez, se traducen en una fórmula natural contra el envejecimiento cutáneo.
Al final de dichas declaraciones, me detallaba una lista de médicos e instituciones que «avalaban» las supuestas propiedades beneficiosas del producto.
Podría haber perdido mucho tiempo discutiendo con el director frase por frase. Por ejemplo, ¿a qué se refería con la «calidad» del O2? ¿Hay O2 de baja calidad y de calidad extra? ¿Cómo distinguen los glóbulos rojos esa calidad dentro del organismo? ¿A través de qué mecanismo mejora ello el estado de la piel? o… ¿desde cuándo una mejor hidratación o elasticidad de la piel significa que estés actuando contra el envejecimiento cutáneo?
No, lo que hice fue algo más sencillo. No quiero la palabra de médicos ni de instituciones que trabajen contigo, quiero la palabra de la evidencia científica. ¿Puedes pasarme estudios científicos que demuestren vuestras afirmaciones? Estos fueron algunos de los «estudios científicos» que me pasaron:
Informe aire-burbuja por la clínica de Cirugía Plástica y Estética Planas (Retirado de la web)
Certificado del grupo hospitalario Quirón de Bubble Pure Air (Retirado de la web)
Para empezar, ambos «estudios» no son para nada científicos. Sobre el Informe de la clínica de cirugía plástica, aparte de la brevedad y la casi nula rigurosidad para detallar la metodología, los resultados son sencillamente de risa: «La media de hidratación inicial fue de 57,3 %, al finalizar el estudio se evidenció una media de 59,3 %». ¿Y qué? ¿Me estáis diciendo que por una chapuza de estudio con el que obtenéis una pésima diferencia en la media hidratación de la piel (que puede deberse a multitud de factores) las burbujas de Zonair actúan contra el envejecimiento?
Si nos vamos al certificado del grupo Quirón las cosas empeoran más todavía. Es un panfleto publicitario puro y duro sin las más mínimas referencias y explicaciones científicas. Conforme lo iba leyendo no podía evitar que me viniera a la mente la imagen del médico responsable diciendo: «A ver chaval, ¿qué quieres que te firme? Lo que tú me digas. Eso está hecho. Yo te doy reputación médica y vosotros me dais la burbujita para mi Unidad de Medicina del Deporte».
Al final, no mostraron ningún estudio científico publicado que avalase los supuestos beneficios para la salud, pero sí había muchos coleguitas médicos dándote su palabra firmada de que servía. Con el agravante, además, de que algunas de esas afirmaciones no se sustentan desde los conocimientos médicos actuales.
¿Qué sentido tiene estropear la reputación y credibilidad de una empresa que vende un producto que puede ser muy útil para determinados ámbitos (por ejemplo, quirófanos portátiles) pero que engaña diciendo frases como que es «un tratamiento antienvejecimiento natural» para vender en el mundo de la belleza y cosmética? ¿Merece tanto la pena diversificar y ampliar el ámbito de ventas como para pasarse el rigor científico por el forro cuando se estime conveniente? En cuanto a los médicos, aquellos que realizan informes por encargo con un nulo valor científico, ¿de verdad merece la pena lo que hayan podido pagar por dar una engañosa reputación científica al producto? Aquí, me temo, la avaricia ha roto el saco de los principios éticos.
Estás suponiendo que la reputación, la credibilidad y el rigor han tenido alguna vez valor para ese tipo de empresas y ese tipo de médicos.
Shora, eres muy joven. Llegará el día en que experiencias como la que has tenido con esa empresa no te causen indignación, sino que las comprenderás como naturales dentro del ámbito de la variada conducta humana. Tengo la esperanza de que entonces sigas denunciando esos fraudes, simplemente porque creas que es lo correcto y por generosidad hacia los demás.
No sé, llevo ya bastantes años en esto y no me termino de acostumbrar. Y sé que es algo frecuente e incluso cotidiano, pero en temas de salud me toca la moral. Si alguien quiere vender cafeteras haciendo publicidad engañosa pues me parece mal, pero no me indigna. Será que en temas de salud estoy muy sensibilizada.
Y las burbujas de ozono, ¿más de lo mismo?
Estas burbujas de Zonair tienen utilidad práctica para algunos ámbitos aunque han caído en la publicidad engañosa, las burbujas de ozono y casi todo lo que rodea a la ozonoterapia sólo sirve para engrosar la cartera de quiénes lo venden.
Lo siguiente en evolución de morro de las empresas. Ya no te intentamos untar con dinero o favores como visitas a balnearios, ahora por narices nos tienes que dar la razón por que sí, incluso aunque solo te preguntemos cuál es tu opinión, y si nos nos la das, intentamos engañarte por si aún cuela…
A no ser que lo primero que comento también viniera incluído en el paquete y más que una opinión te pidieran aun de forma indirecta una «opinión positiva con posibilidad de beneficios», aunque según está escrito en la entrada no parece que fuera el caso.
Ui, eso es el pan de cada día. Muchos se piensan que no tenemos otras cosas interesantes que publicar en el blog salvo su «gran noticia» sobre su producto. Algunos hasta parece que te hacen un favor por enviarte la nota de prensa… o debería decir de empresa.
No en esta ocasión, pero a mí me han invitado varias veces a balnearios, viajes, productos gratis, dinero, etc… Y siempre los he declinado. Sólo acepto libros, que me parezcan a priori serios y de contenido enriquecedor para la gente, y si puedo hacer una crítica totalmente voluntaria y libre sobre ellos.
Si, yo también espero que el futuro de toda esa generación libre de bloggers que hacen lo que hacen por amor y que no están hipotecados por cuentas de perdidas y ganancias permanezcan insobornables.
Por otra parte, si empezaron a hacer esto sin esperar nada a cambio y siguieron por la razón que solo ellos conocen (y que les es suficientemente preciada como para continuar), deben saber ya que en cuanto dejan de ser insobornables se quedaran sin lo que yo pienso que los bloggers mas tienen en estima: alguien que este ahí fuera, que escuche su mensaje y que eventualmente les haga saber cuanto aprecian que estén al pie del cañón contando sus historias.
Gracias, Shora, aprecio mucho lo que estas haciendo y te animo a continuar así.
Muchas gracias, David. Aprecio tus palabras. Así la próxima vez que decline otra oferta de anuncios con publicidad engañosa en MedTempus a cambio de dinero me dolerá un poquito menos 😛
Mi enhorabuena por este maravillo blog. Lo he empezado a seguir desde hace pocas semanas y las aportaciones me parecen muy interesantes. Apoyo la libertad y sinceridad de los que escribimos en un blog. Suerte!
Madre mía, si tienes unos conocimientos mínimos de fisiología y te pones a leer toda esa parafernalia que te mandaron no puedes parar de darte con la palma en la frente cada diez segundos 😀 : que si «calidad» del aire, que si más penetración en los hematíes… ¿Hacer que la hemoglobina se sature en un porcentaje superior al 95-98%, con la maravilla que supone el efecto Bohr con esas cifras? Amos no me jodas. Es casi como el juego de «encuentra las diez diferencias», sólo que sintiendo que te toman por tonta. Desde luego, no entiendo como esos médicos hacen publicidad de esta magufada… Después de estar diez años como mínimo estudiando y formándote, yo no me rebajaba a eso ni de coña.
Por cierto, es la primera vez que comento en este blog (aunque lo llevo siguiendo durante poco menos de un mesecillo) y me parece buenísimo 🙂 . A ver si dura mucho, porque, por ejemplo, ahora mismo acabo de meterme en Per ardua ad astra para leer entradas antiguas y veo que la cuenta ya ha sido suspendida… ¡Jolín! Espero que no haya sido de forma voluntaria. Me parece que me he enganchado a esto de la blogosfera sanitaria un poco tarde y ahora está decayendo un poquito… Aunque a lo mejor tan sólo exagero. Espero que sea así ^^
Gracias, Orithyia, me alegro que te guste el blog. La blogosfera sanitaria va cambiando y transformándose pero seguro que muriendo no porque hay cada vez más blogs y más variedad de temas que nunca.
No sé qué ocurrió con Per ardua ad astra, pero ya vuelve a estar online 🙂