Leyendo Medgadget, he descubierto un curioso invento que probablemente les resulte similar en concepto a las madres monas de felpa del artículo sobre la importancia del contacto materno.
En la continuación, que no tardará muchos días, verán hasta qué punto puede resultar efectivo una medida tan sencilla como aplicar unas almohadas similares a manos, calentitas y blanditas. Aunque, claro, no deja de ser una medida un tanto fría y simplificada de lo que significa el verdadero contacto piel con piel, además de los movimientos que se hacen a la hora de sujetar y acariciar al bebé. Es como comparar la lactancia artificial con la lactancia natural. Simplemente se tratan de medidas que están muy bien, cuando por alguna razón no se puede recurrir a los procesos naturales.
Una muy buena utilidad para estas almohadas simuladoras de manos humanas sería para aquellos bebés prematuros dentro de incubadoras (previa esterilización) ayudando a su desarrollo y sensación de seguridad. Las enfermeras no pueden estar siempre pendientes de ellos acariciándolos, y esta medida sirve mientras tanto. Todo lo que sea hacer menos frío e insensible un hospital, tanto mejor. Y las incubadoras, por mucha tecnología puntera que tengan, no son precisamente el ambiente más acogedor (aunque sí el más saludable) para un bebé prematuro. Eso sí, nunca deberían utilizarse como un sustituto para desatender al neonato.
Algunas de las características que mencionan sobre el producto ya les deben sonar en ciertos monitos rhesus con ciertas madres de felpa:
Los bebés se tranquilizan como si alguien les estuviera tocando, lo que les ayuda en su necesidad de sentirse protegidos.
Es un objeto de transición para los bebés, ayudándoles en diferentes ambientes. Les aporta una reducción constante de la ansiedad cuando experimentan diferentes luminosidades, olores, sonidos, temperatura, etc
Desde luego, hay variedad en modelos y colores:
Aquí tienen la página web del curioso producto: Zaky
Aunque… entre ustedes y yo, basta un par de guantes suavecitos y largos que se tengan por casa y algo de relleno moldeable para tener unos chismes de estos perfectamente adecuados. Se los ponen o los tocan durante unas horas para que adquieran el olor corporal y listo. No hace falta gastarse 40 dólares por Zaky (aunque en el cambio a euros salgamos ganando) para tener algo que cualquiera puede fabricarse. Eso sí, les agradecemos la idea.
Jeje, pues como dices no son más que guantes rellenos. Y sinceramente, el color carne da entre mal rollo por parecer una mano «real» y buen rollo por parecerse a «cosa», de la familia Adams.
Yo tenía entendido que a esa edad no son capaces de distinguir formas. Por tanto, que tenga forma de dedos ¿No es superficial? En ese caso, sería suficiente con la clasica manta suavecita. (¿porqué no de cuero?).
A mi me parece un producto más dirigido a los padres que a los hijos.
Pues yo no sé si será realmente efectivo o no, pero se me cae la baba con la segunda foto que has puesto… que tierna!
En mis tiempos ya existían los ositos de trapo y, efectivamente, daban sensación de seguridad.
Esta medida es la aplicación médica del refrán español «a falta de pan, buenas son tortas» 😀 . Como el contacto humano no hay nada, es cierto, pero no es mala medida aplicarles algo suavito que les dé una sensación agradable y de seguridad, las unidades de neonatología pueden llegar a resultar muy frías para ellos y sus padres. Me recuerda un poco a la «terapia mamá canguro», que se puso de moda hace poco y los neonatólogos andan discutiendo acerca de su efectividad.
Dilá Lará:
«Yo tenía entendido que a esa edad no son capaces de distinguir formas. Por tanto, que tenga forma de dedos ¿No es superficial? En ese caso, sería suficiente con la clasica manta suavecita. (¿porqué no de cuero?).»
No son capaces de distinguir formas a esa edad, pero a través de la vista, no del tacto. Con este sentido sí que pueden hacerse una idea de las dimensiones del objeto.
Pues sigo sin estar de acuerdo. Veamos, la forma de manos no ejerce ningún efecto sobre los sentidos de la vista, oido, gusto u olfato, salvo que lo impregnemos con nuestro propio olor corporal, pero para ello no es necesario que tengan forma de mano.
Nos queda el tacto. Sin emabargo, la mayoría de las veces que un adulto coge a un bebé, lo hace con este vestido o envuelto en una manta, y en una de las fotos se vé que el guante cubre una zona no desnuda del bebé. (¿sufren los niños que son cogidos vestidos carestía afectiva?). Por tanto me parecen muy difusas las ventajas de dejar unas zonas desnudas y otras vestidas para simular el contacto humano cuando en la segunda foto se ve una postura que nunca tomaría una mano humana salvo para hacer una caricia. Y todo esto sin contar con que una mano humana no permanecería en la misma posición tanto tiempo.
Otra formas que puede notar el bebé mediante el tacto son las diferencias de presión o temperatura. ¿crean esos guantes realmente una diferencia de temperatura en zonas del cuerpo como para emular unas manos?¿Es necesaria realmento esa forma? En cuanto a la presión, no parece que los guantes sean cacapaces de crear seis puntos de presión diferenciada, correspondiente a la palma y los dedos, viendose además en las fotografías dos y tres posturas que no tomaría una mano humana.
En fin, creo que a mi no me convence como simulador afectivo. Y como dijo serguei, el color carne da yuyu.
Dilá Lará:
«Nos queda el tacto. Sin emabargo, la mayoría de las veces que un adulto coge a un bebé, lo hace con este vestido o envuelto en una manta, y en una de las fotos se vé que el guante cubre una zona no desnuda del bebé.»
El tacto es uno de los sentidos más prematuramente desarrollados en el bebé, antes que todos los demás. Aunque sea cogido vestido o envuelto en una manta puede conocer las dimensiones y las formas de aquello que le tocan.
Evidentemente, estoy contigo en que no es igual que el contacto directo con la madre u otra persona que el contacto con unos guantes, hay cosas que no pueden simularse. Como ya he dicho, es una ayuda, pero nunca un sustituto.