Colaboración con eldiario.es.
Al tiempo que la epidemia de COVID-19 alcanza más países, se extiende la idea de que la primavera frenará al virus por la subida de temperaturas. Sin embargo, los datos científicos acumulados hasta el momento todavía no avalan con firmeza esta hipótesis.
A 3 de marzo, hay más de 120 casos confirmados de COVID-19 en España, cinco de ellos en estado grave. Fuera de nuestras fronteras, el nuevo coronavirus también se está extendiendo por diferentes regiones del mundo, lo que ha impulsado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a elevar a «muy alto» el riesgo de expansión mundial del virus. Aunque el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró el pasado viernes que aún hay tiempo para contener al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, reconoció que «el incremento continuo en el número de casos y el número de países afectados en los últimos días son claramente preocupantes».
Mientras la epidemia de COVID-19 se está mitigando en China, países como Corea del Sur (más de 4.300 casos), Italia (más de 2.000) e Irán (cerca de un millar) están experimentando un aumento constante de casos confirmados cada día. En la actualidad, se han detectado personas afectadas por el COVID-19 en más de 65 países de todo el mundo. Ante esta situación, numerosos expertos en salud pública se preguntan, ¿la llegada de la primavera en el hemisferio norte ayudará a contener al nuevo coronavirus?
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