Inside Terrorism (Dentro del terrorismo) así se llama la página web dedicada a recoger los horrores del terrorismo pero desde una nueva perspectiva que nunca se había tenido en cuenta para concienciar sobre este problema. Desde el propio interior del ser humano, a través de radiografías; así se recoge la brutalidad de los atentados.
«Inside Terrorism es una exposición de fotografías que utiliza radiografías reales y TACs de los dos hospitales más grandes de Jerusalem para explorar el asunto social más importante de nuestro tiempo: Los efectos del terrorismo en la población civil.»
Restos de metralla, objetos metálicos impactados en el cuerpo por la onda expansiva, fracturas, huesos hechos añicos… Así quedan registrados en las radiografías los cientos de casos que tuvieron la mala suerte de encontrarse en el camino de los fanáticos. Particularmente impactante el caso de un joven que iba en bus a la universidad, cuando ocurrió la explosión su reloj se impactó en el cuello y la metralla seccionó una de las carótidas dando una gran hemorragia. La fotografía de arriba es una de las tomadas de este caso.
Diana Covert comenzó a planear este proyecto en el 2002 como respuesta al terrorismo y a las formas en las que se trataba de justificar.
Los artistas siempre han hecho comentarios sobre la guerra y la violencia. La serie Los Desastres de la Guerra de Goya es quizás el ejemplo más gráfico pero hay muchos más, desde los antiguos griegos pasando por Picasso y su Guernica. Y tan pronto como fue técnicamente posible, el estudio del fotógrafo Mathew Brady superó un record en la Guerra Civil, incluyendo cientos de imágenes de los soldados en la batalla y la muerte. Esta tradición continuó en cada conflicto hasta la actualidad. La fotografía es una forma de hacer una imagen dibujando con la luz que los objetos reflejan, por eso cuando miramos a las fotografías del campo de batalla de Antietam de la Guerra Civil, vemos algo muy cercano al horror de las escenas que aparecieron ante el fotógrafo. Vemos registros de eventos reales.
La medicina moderna no dibuja con el espectro de la luz visible que utilizamos en fotografía, sino con la radiación electromagnética (de diferentes características) – Rayos X y TACs – y con esto podemos ver el interior del cuerpo humano.
Los rayos X y los TACs de esta exposición son nuevas formas de realizar imágenes figurativas y retratos. Representan la vida en una nueva variante de las tradiciones artísticas – tanto el deseo de observar como el de describir la realidad con las más modernas técnicas disponibles, y la necesidad de pensar y hablar sobre ello. Todas estas imágenes son producto del terrorismo, que es una guerra en una población civil. Los terroristas crean sus bombas con objetos comunes – tuercas, tornillos, clavos, relojes – todos en principio pacíficos, con fines de utilidad. Impactándolos en los seres humanos, crean una de las locuras de nuestro tiempo.
Lástima que exposiciones así sólo conciencien y encojan el corazón a todos nosotros, a gente normal. Los terroristas, que deberían ser los verdaderos espectadores de las tragedias que han provocado, no llegan a conocer o se distancian de las vidas humanas que han segado.
Visto en: Kevin, M.D.
Ah, pero eso, por desgracia, siempre ha ido así. Igual que los cabecillas se llenan la boca a la hora de convencer a otros para que se inmolen y ellos se esconden no vaya a ser que les encuentren. Será que no les interesa ese paraíso con titantas vírgenes que tanto predican. (Sarcasmo, obviamente)
Por cierto, tienes una errata Los artitas 😉
Y quizás no sean los terroristas los únicos que debieran concienciarse. Probablemente también algunos militares deberían echarle un vistacillo.
Muy buena idea, pero como siempre no hay quien haga dudar a los «elegidos», alguien que considera que volar una estación de tren llena de gente forma parte de su lucha no es una persona a la que le puedan hacer dudar una radiografías , ni siquiera unas fotos que suelen tener un dramatismo mucho mayor.
El segundo problema de estas iniciativas es el moral , se van a incluir radiografías de los torturados en Irak?, o de los libaneses muertos en los bombardeos israelíes? o de los muertos de hambre en Africa por el proteccionismo de los productos básicos (grano y leche) que realizan Europa y EEUU?.
Esta claro que los terroristas son siempre los otros y da lo mismo desde donde se diga, pero los «paganos» siempre los mismos la población normal civil que va a comprar al mercado o que va al trabajo o pasea a sus hijos por el parque. Eso sí como dice Caronte, los de arriba nunca se juegan nada, porque los que matan y los que mueren somos los «prescindibles».
De todas formas como iniciativa me parece bien, todo lo que se haga por intentar parar esta locura me parece bien , aunque no crea que sea posible, esto va cada vez a peor.
Una forma curiosa y original de concienciar sobre el terrorismo, la verdad. Creo que podríamos ayudar a difundir ése y otros proyectos parecidos colocando un enlace en el blogroll de nuestros blogs, como forma de colaboración y participación con páginas de concienciación como ésta.
Me recuerda a la expo que se ha hecho sobre el terrorismo, donde un artista querían añadir una radiografía y se lo prohibieron…
Hace poco he mantenido un intenso debate en mi blog a causa de este asunto. No voy a polemizar aquí (en principio), pero me gustaría saber, si alguien puede responderme, si es legal exhibir una radiografía sin el consentimiento del paciente, y en caso de serlo, si os parece una práctica ética. A mí, sobra decirlo, me parece una aberración.
Un saludo.
Si la radiografía no permite que se identifique al paciente (tiene los nombres borrados, no es algo obvio…), no creo que se falte en absoluto a su dignidad, y en todo momento se cumple el secreto profesional.
Si además, la difusión se hace con motivo docente (una clase, una campaña de salud…), en absoluto creo que suponga ningún problema ético.
Mi modesta opinión.
Caronte:
Corregido, en su momento, gracias 😛
ghostDancer:
«Muy buena idea, pero como siempre no hay quien haga dudar a los «elegidos», alguien que considera que volar una estación de tren llena de gente forma parte de su lucha no es una persona a la que le puedan hacer dudar una radiografías , ni siquiera unas fotos que suelen tener un dramatismo mucho mayor.»
Ya, ya lo sé. Pero, ¿qué hacemos? ¿Nada? Es uno de esos temas en los que sí no clamáramos en alto de vez en cuando, no seríamos humanos. Independientemente de los resultados que tengan después.
Atareq:
«Hace poco he mantenido un intenso debate en mi blog a causa de este asunto. No voy a polemizar aquí (en principio), pero me gustaría saber, si alguien puede responderme, si es legal exhibir una radiografía sin el consentimiento del paciente, y en caso de serlo, si os parece una práctica ética. A mí, sobra decirlo, me parece una aberración»
Es que el caso de Miguel Ángel Blanco no es, por asomo, lo mismo. Exhibir unas radiografías sin mención alguna de los datos de las personas para que sea imposible identificarlas es totalmente ético. De hecho, la mayoría de casos clínicos que nos enseñan en medicina son reales. Mientras no haya una vulneración de la intimidad del paciente, la difusión de datos clínicos no es sólo una aberración sino que es deseable, ético e incluso benefioso para la docencia.