Donald Trump, ejemplo de la ley de cuidados inversos: cuando demasiada atención médica puede ser contraproducente

Colaboración con eldiario.es.

Donald Trump

El pasado lunes, 5 de octubre, el presidente de EEUU, Donald Trump, regresó a la Casa Blanca tras ingresar tres días en el hospital militar Walter Reed para el tratamiento de la COVID-19. A través de múltiples comunicados, el médico personal de Trump y comandante de la marina, Sean Conley, ha informado periódicamente sobre el estado de salud del presidente estadounidense y los tratamientos administrados. Sus médicos han advertido de que aún «no está fuera de peligro», pero evoluciona favorablemente.

Dada la relevancia internacional de esta noticia, son muchos los detalles clínicos que se han difundido, tanto por parte de los médicos responsables como desde diferentes medios de comunicación. Uno de los datos más llamativos ha sido el conjunto de tratamientos que ha recibido el presidente: el antiviral remdesivir, los anticuerpos monoclonales de Regeneron, el corticoide dexametasona, zinc, aspirina, vitamina D, melatonina y el fármaco contra la acidez estomacal famotidina. Aunque el doctor Conley no declaró a los medios inicialmente que Trump también había recibido oxígeno, más tarde el facultativo reconoció que sí se le había administrado para mantener normales sus niveles en sangre.

El peculiar cóctel terapéutico administrado a Trump ha llamado la atención de los médicos. Salvo la dexametasona, que ha demostrado disminuir la mortalidad de pacientes graves afectados por COVID-19, la aspirina, que se utiliza para prevenir los trombos (la COVID-19 incrementa el riesgo de coágulos sanguíneos) y el remdesivir, que acorta la duración de la enfermedad, el resto de tratamientos son experimentales para la COVID-19 y se encuentran evaluándose en ensayos clínicos. El presidente de la Sociedad de Medicina de Cuidados Intensivos, Lew Kaplan, declaró a los medios que este tipo de tratamientos, que se salen de lo estándar, dan pie a errores. «Una de las formas más rápidas para que las cosas salgan mal es recibir tratamiento como una persona especial porque esto entorpece la rutina habitual».

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