Colaboración con eldiario.es.
La primera Cumbre Mundial sobre Medicina Tradicional ha generado numerosas críticas en las redes sociales. El evento, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Gobierno de la India, tuvo lugar los días 17 y 18 de agosto en la ciudad de Gandhinagar, al oeste de dicho país. La institución sanitaria ha justificado la cumbre defendiendo que medicinas tradicionales como la homeopatía, la osteopatía, la acupuntura o la naturopatía son la primera parada para la salud y el bienestar de millones de personas alrededor del mundo: “Han sido un recurso integral para la salud en los hogares durante siglos. La OMS trabaja para reforzar la base de evidencia científica de la medicina tradicional, reforzando su seguridad y eficacia”.
Precisamente, el organismo sanitario se ha defendido de las acusaciones sobre estar promocionando diversas pseudoterapias afirmando que busca que la medicina tradicional esté basada en la ciencia y defiende que se construya una sólida evidencia científica en torno a ella para regular y estandarizar sus prácticas e integrarlas en los sistemas sanitarios.
No obstante, muchos hemos apreciado el evento y su difusión pública como una publicidad positiva y acrítica de las medicinas alternativas, señalando el supuesto valor de estas, mientras se pasa por alto los numerosos hechos y pruebas en contra de estos tratamientos.
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