Revelan cómo dos personas con VIH pudieron controlar al virus tras cesar el tratamiento

Colaboración con Investigación y Ciencia.

VIH

En los 40 años que han transcurrido desde que se detectaran los primeros casos de SIDA (en 1981) los avances en el tratamiento de esta enfermedad infecciosa han supuesto toda una revolución. La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, más conocido como el VIH, pasó de ser prácticamente una sentencia de muerte a convertirse en una afección con la que es posible tener una vida normal. Los diversos tratamientos antirretrovirales han conseguido darle la vuelta de forma radical al pronóstico asociado al SIDA, que ha causado la muerte a alrededor de 40 millones de personas en el mundo desde que el VIH saltó a los humanos.

Gracias al tratamiento precoz con antirretrovirales, las personas infectadas con el VIH no tienen por qué sufrir SIDA y pueden estar perfectamente sanas y tener una esperanza de vida normal. Tanto es así que aquellos individuos que consiguen tener una carga viral indetectable mediante la terapia antirretroviral dejan de transmitir el virus.

Sin embargo, alcanzar la supresión del VIH suele implicar la ingesta de por vida de medicamentos que no están exentos de efectos adversos y pueden dejar de ser efectivos con el tiempo, por la aparición de resistencias. No ocurre así en todos los casos, existe un grupo muy especial y reducido de personas, llamadas «controladores de élite excepcionales», que son resistentes de forma natural al VIH. Pese a estar infectados, no muestran síntomas y mantienen bajo raya al virus evitando su replicación, sin tomar tratamientos. Además, en torno al 5-15 % de los individuos infectados por el VIH pueden ser controladores postratamiento. Es decir, si siguen un tratamiento de choque y muy precoz frente al VIH estas personas pueden controlar al virus tras dejar la medicación.

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