Crean burbujas terapéuticas que destruyen el escudo protector del cáncer de mama en ratones

Colaboración con Investigación y Ciencia.

Tumor

Las inmunoterapias han supuesto toda revolución en el tratamiento del cáncer, al mejorar de forma considerable el pronóstico de muchos pacientes. Sin embargo, algunos tipos de cáncer, como el de mama, pueden estar rodeados por una barrera que dificulta en gran medida la penetración de fármacos, anticuerpos y células inmunitarias para destruir las células tumorales. Dicha barrera también limita el flujo sanguíneo que llega al tumor, lo que supone otro obstáculo añadido para acceder a este. Gracias a esta protección, el tumor cuenta con una gran ventaja para crecer, provocar metástasis y resistir al tratamiento.

Esta barrera consiste en una densa malla fibrosa (matriz extracelular) que está producida por los fibroblastos. Los fibroblastos son células que forman parte del tejido conjuntivo y desempeñan un papel fundamental en la secreción de proteínas como el colágeno y el ácido hialurónico. Por ello, poseen una función esencial en la integridad estructural de los tejidos del cuerpo humano. Sin embargo, estas células también tienen un lado negativo: están involucradas en el refuerzo de los tejidos que rodean a los tumores, como si fueran escudos.

Desde hace tiempo, se está investigando cómo modificar la función de los fibroblastos asociados al cáncer para que no intervengan en la creación de su barrera defensiva y así poder reforzar la eficacia de los tratamientos. Aunque se conocen fármacos que consiguen reprogramar a estas células, estos compuestos cuentan con la gran desventaja de que provocan efectos adversos a dosis relativamente bajas.

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