Colaboración con Investigación y Ciencia.
La inmunoterapia contra el cáncer es uno de los tratamientos más revolucionarios e innovadores contra este conjunto de más de 200 enfermedades diferentes, que suponen la segunda causa de muerte en el mundo. Los científicos pioneros en esta novedosa rama de la medicina recibieron el premio Nobel de Medicina en 2018 por el descubrimiento de terapias oncológicas basadas en la inhibición de las barreras del sistema inmunitario.
En condiciones normales, el sistema inmunitario es capaz de reconocer y destruir células normales que se transforman en cancerosas antes de que lleguen a multiplicarse y expandirse por el cuerpo. Sin embargo, esta función no es perfecta y, en ocasiones, las células cancerosas consiguen evadir la respuesta de este sistema defensivo y generan un tumor. Lo que buscan las diferentes estrategias de inmunoterapia es precisamente reforzar al sistema inmunitario para que ataque de forma selectiva a estas células cancerosas.
Una opción para conseguir este objetivo es modificar genéticamente a los linfocitos T (células inmunitarias especializadas para destruir células tumorales o agentes infecciosos) para que reconozcan tumores concretos. Estos linfocitos T modificados, llamados CAR-T, son ya una realidad en la práctica clínica, donde se administran para tratar cánceres de la sangre como leucemias y mielomas que no responden al tratamiento convencional.
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