El auge de la sarna en España

Colaboración con Mètode.

Sarna

En la última década se ha detectado un aumento notable de la incidencia de escabiosis (más conocida en la cultura popular como «sarna») en España, sin que esté aún claras todas las razones que puedan haber contribuido a ello. La pandemia de COVID-19 ha empeorado aún más la situación y los dermatólogos señalan que están viendo muchos más casos que antes de esta crisis sanitaria. Resulta complicado conocer cuál es la magnitud exacta de este incremento de la sarna en nuestro país, pues esta enfermedad no es de declaración obligatoria por parte de los médicos.

Varios son los factores que los sanitarios barajan como responsables de la mayor frecuencia de esta dolencia infecciosa de la piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Parece probable que los confinamientos, especialmente el que tuvo lugar en marzo de 2020 y que duró varios meses en todo el territorio nacional, propiciaron los contagios por este arácnido, a raíz de una convivencia mucho más estrecha en los hogares. Además, la saturación de los servicios sanitarios y el miedo a acudir al médico por el riesgo de contagio al SARS-CoV-2 retrasó los tratamientos oportunos para la eliminación del parásito, aumentando así las probabilidades de contagio a partir de los pacientes afectados.

El ácaro responsable de la sarna suele necesitar de un contacto directo, piel con piel, entre personas para su transmisión y, por eso, el hacinamiento es un factor de riesgo. No obstante, también es posible la infección a través de prendas, ropa de cama, etc. El contagio a partir de probadores de ropa no es imposible, pero sí muy poco probable por el tiempo limitado de exposición y porque este parásito solo puede sobrevivir unos 2-4 días fuera del cuerpo humano y suele tener hábitos nocturnos.

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