De la policía de balcón a la policía dermatológica

Colaboración con eldiario.es

Médicos hospital

Dos “casos” de viruela del mono se han hecho extremadamente virales (valga la redundancia) estos días a través de las redes sociales. En el primero, difundido a partir de un perfil anónimo en Twitter, la persona afirmaba haberse contagiado de esta enfermedad infecciosa a partir de un patinete que consiguió por Wallapop. En el segundo, un médico en la misma red social explicaba haberse topado con un individuo con viruela del mono en el metro, del que aportaba una fotografía con lesiones cutáneas en la pierna tatuada.

Ante la gran popularidad de ambas narrativas, numerosos medios de comunicación decidieron también difundir estos casos como noticias, sin contrastar la información. Los dos han resultado ser bulos. El contagio de viruela del mono a partir del contacto con un manillar de un patinete es algo sumamente improbable y el usuario que declaraba haberla sufrido tiene un perfil falso, que utilizó previamente para fines políticos. Sus mensajes contando la asombrosa historia ya han desaparecido. Por otro lado, la persona del metro, que supuestamente padecía viruela símica, sufre en realidad lesiones cutáneas por neurofibromatosis (una dolencia genética que puede provocar la aparición de tumores benignos en la piel). Además, el involuntario protagonista de la historia asegura que no llegó siquiera a hablar con el médico en cuestión.

Este fenómeno reciente de desinformación masiva da para múltiples análisis a varios niveles: la gran capacidad que tienen los llamativos relatos en primera persona y que despiertan sentimientos para difundirse por las redes, el poderoso atractivo que tienen estas narraciones para los medios de comunicación con el objetivo de ganar visitas (aunque suponga pisotear el periodismo), la falta de confidencialidad del paciente y la vulneración del código deontológico que comete un médico cuando realiza un diagnóstico de forma pública a una persona que puede identificarse fácilmente a partir de fotografías, el estigma que pueden provocar estos comportamientos en los individuos con lesiones dermatológicas…

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