El estudio más riguroso hasta ahora corrobora que el uso de la mascarilla previene infecciones por coronavirus

Colaboración con eldiario.es.

Mascarillas

El mayor y más riguroso estudio sobre los efectos de la mascarilla a la hora de contener el coronavirus en las poblaciones confirma lo que vienen diciendo los científicos hace meses: funcionan.

Aunque las mascarillas han sido una de las grandes protagonistas de la pandemia, su uso obligatorio para la población general en multitud de países del mundo generó y sigue generando grandes polémicas. La limitada cantidad y calidad de estudios científicos sobre las mascarillas en el mundo real no ha ayudado a disipar parte de esta controversia. A diferencia de la investigación de la utilidad de tratamientos o vacunas contra la COVID-19, cuya eficacia es relativamente sencilla de conocer en ensayos clínicos, el uso de mascarillas a nivel comunitario se enfrenta a importantes sesgos y complicaciones que dificultan conocer su verdadera utilidad para limitar los contagios por el SARS-CoV-2.

La complicación principal a la hora de conocer la verdadera eficacia de las mascarillas para controlar epidemias de enfermedades infecciosas respiratorias surge del mismo mecanismo de acción de estas prendas para la cara: bloquear tanto la entrada como la salida de gotitas y aerosoles respiratorios con agentes infecciosos a través de la mascarilla. Así pues, para valorar de forma correcta la utilidad de las mascarillas no basta con estudiar solo a las personas que las utilizan, sino que también hay que incluir a los individuos en contacto con las anteriores que podrían tener menos riesgo de contagio porque las primeras utilizan mascarilla.

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