La ley del silencio en los chanchullos de las oposiciones sanitarias

Colaboración con eldiario.es.

Oposiciones

Para los familiarizados con las oposiciones (OPE) sanitarias lo que más llama la atención de los papeles de Osakidetza, que reflejan el «tongo» de las oposiciones médicas en la Sanidad vasca, no son los sonoros casos de pucherazos con filtraciones de exámenes. Tampoco sorprende la gran cantidad de personas con altos cargos implicadas ni la variedad de especialidades afectadas. Lo que verdaderamente causa sorpresa es que este secreto a voces entre los profesionales sanitarios, que se conocía desde hace décadas, saliera finalmente con tantos detalles a los medios de comunicación y, aún más, que se denunciase para llevar este asunto a los tribunales. Ángel Loma Osorio, uno de los testigos y miembro de un tribunal de Cardiología, era muy claro al respecto: «Pocos especialistas han sacado su plaza en el Servicio Vasco de Salud sin haber recibido el examen antes».

El fraude en las convocatorias internas de Osakidetza no es, ni mucho menos, un hecho aislado en España. Se trata, en realidad de la punta más visible del iceberg en un país salpicado con irregularidades en sus oposiciones sanitarias. Irregularidades que nacen del enchufismo y que se perpetúan con una ley del silencio no pactada ni escrita entre los profesionales sanitarios. Porque para denunciar los casos de corrupción no solo hay que querer, sino también poder.

 

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