Colaboración con eldiario.es.
El brote masivo de contagios por coronavirus entre estudiantes que fueron de viaje a Mallorca acumula ya más de 600 contagiados (más de 300 en Madrid) y más de 3.000 personas en cuarentena, con ocho comunidades autónomas afectadas. Los jóvenes involucrados informaban de grandes aglomeraciones y fiestas sin mascarillas ni distancia de seguridad. Además, se han registrado en España otros dos brotes por viajes de fin de curso. El Ministerio de Sanidad, ante este acontecimiento, ha recomendado «que los grupos de estudiantes que todavía no han iniciado este tipo de viajes, no lo realicen, ya que el riesgo de transmisión en el mismo entorno en donde se están produciendo los casos es alto», Por otra parte, Sanidad ha establecido que aquellas personas que estén o hayan estado en viajes de fin de curso en Mallorca se consideren «contactos estrechos».
Este reciente gran brote entre los estudiantes pone de manifiesto que no solo el virus SARS-CoV-2 sigue circulando dentro de nuestras fronteras, sino que también la relajación o el incumplimiento de las medidas sanitarias provoca repuntes en los contagios, sobre todo en colectivos no vacunados. Fenómenos similares se han observado en Reino Unido (que ha retrasado un mes su vuelta a la normalidad) o Israel (que ha vuelto a imponer las mascarillas en interiores en algunas zonas del país), a pesar de su alto porcentaje de vacunación.
La fatiga pandémica, unida a la mayor movilidad durante el verano, por las vacaciones, el turismo y a la relajación de las medidas sanitarias, incrementa el riesgo de que sucedan incidentes como el detectado en Mallorca. A pesar de lo anterior, la situación actual es muy diferente al verano del año pasado gracias a las vacunas contra la COVID-19. En estos momentos, más del 33 % de la población española ha recibido ya la pauta completa y más del 50 % una dosis. Casi la totalidad de las personas mayores de 70 años y un alto porcentaje de aquellas entre 50 y 69 años han sido totalmente vacunadas.
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