La mejoría de los afectados de COVID persistente tras vacunarse abre una nueva incógnita científica

Colaboración con eldiario.es.

Prueba anosmia

Entre las diferentes facetas del virus SARS-CoV-2 que aún siguen cubiertas de incertidumbre destacan las secuelas a largo plazo que aparecen tras la infección. Múltiples científicos de diferentes lugares del planeta están realizando un seguimiento estrecho de los pacientes para averiguar cómo evolucionan a lo largo del tiempo y cómo se podrían prevenir o tratar los efectos de la enfermedad. Estados Unidos ha apostado fuerte por la investigación de este asunto. El pasado diciembre el Congreso estadounidense destinaba más de mil millones de dólares a los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para financiar durante cuatro años proyectos que estudien las consecuencias para la salud a largo plazo provocadas por la infección del SARS-CoV-2.

El NIH estimó que entre el 10 y el 30 % de las personas infectadas por el coronavirus podían sufrir síntomas a largo plazo. En España, según la encuesta realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el 87 % de las afectadas por la COVID-19 persistente son mujeres, con una media de edad de 43 años.

La COVID-19 persistente, que en la terminología médica se denomina con el acrónimo inglés PASC (Secuelas posagudas por la infección de SARS-CoV-2) engloba a una gran diversidad de síntomas y signos que pueden aparecer tras la infección por el coronavirus y mantenerse durante semanas o meses. A finales de enero aparecían los resultados preliminares de un gran estudio (cuyos resultados aún no han pasado por la revisión por pares ni se han publicado en una revista científica) que analizaba más de 18.000 publicaciones y 47.000 pacientes para reunir el conocimiento conjunto acumulado sobre las PASC. Los investigadores encontraron que alrededor del 80% de los afectados por la COVID-19 sufría uno o más síntomas semanas o meses después de la infección e identificaron más de 50 síntomas/signos diferentes que podían aparecer y mantenerse en el tiempo.

 

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Un comentario sobre «La mejoría de los afectados de COVID persistente tras vacunarse abre una nueva incógnita científica»

  1. Una incógnita más a despejar sobre el SARS-CoV-2, sus efectos y la respuesta a la vacuna. Por fortuna, en caso de confirmarse, sería una magnífica noticia que abre una puerta a la esperanza.

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