Colaboración con eldiario.es.
Los investigadores son uno de los colectivos mejor valorados a lo largo del mundo. Varias son las razones para ello, como su dedicación, a menudo intensa, al estudio de diferentes ámbitos de la realidad y su papel indispensable en la creación de nuevas tecnologías, tratamientos médicos y otros avances que contribuyen a mejorar nuestra vida. De hecho, en España, el grupo de profesionales mejor valorado por parte de la ciudadanía son, tras los médicos (4,57 sobre 5 puntos) los científicos (4,2), según la reciente Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología del FECYT.
Sin embargo, los investigadores no están en absoluto libres de los ataques de determinados colectivos cuando la ciencia pasa a estar en primera plana y ocupa un lugar destacado en la vida diaria de cada uno de nosotros. Hace tan solo unas semanas, los trabajadores de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) informaron a los medios de recibir acoso, insultos e incluso amenazas de muerte. La portavoz de la agencia, Estrella Gutiérrez reconocía que “Nunca habíamos recibido estos insultos, ya nos llegan hasta por teléfono”. ¿Qué “crimen” cometió la AEMET para despertar reacciones tan airadas? Informar acerca de los “chemtrails”, las consecuencias del cambio climático y sobre que la terrible sequía que padece España no iba a llegar a su fin por ahora.
Los ataques que están sufriendo los investigadores de la AEMET no son un fenómeno aislado dentro de la meteorología, otras entidades de este campo en diferentes lugares del planeta informan de sucesos similares. La desinformación en torno a la crisis climática, que tiene efectos cada vez más evidentes en el día a día, genera en algunas personas posturas extremas negacionistas y conspiranoicas. De esta forma, las voces científicas que informan en los medios con rigor y evidencia científica sobre esta cuestión se exponen al odio de los colectivos más fanáticos, completamente convencidos de que son el enemigo y de que están engañando y perjudicando a la población general.
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