Vinagre para las picaduras de medusa, ¿tratamiento efectivo o remedio popular sin fundamento?

Colaboración con eldiario.es.

Carabela portuguesa
En la imagen, una ‘carabela portuguesa’ en la playa del Puerto de Tazacorte. Parece una medusa, pero es un hidrozoo. JOSE F. AROZENA

El progresivo aumento del número de medusas en las costas españolas durante los últimos años ha hecho que cada vez sea más cotidiano encontrarse a estos seres gelatinosos al darse un chapuzón. Ante este panorama, las posibilidades de recibir picaduras también se incrementan y es recomendable saber cómo actuar si ocurriera tal desafortunado evento. Aunque los socorristas están formados para atender correctamente estos casos, no están presentes en todas las playas ni están en todo momento. Así pues, hay ocasiones en los que los primeros auxilios para estas picaduras recaen entre la gente de a pie. Por desgracia, en nuestra cultura popular persisten tanto los tratamientos efectivos como aquellos remedios sin ningún beneficio.

Entre los tratamientos que son útiles encontramos la utilización de pinzas, guantes o tarjeta de crédito para quitar los tentáculos, el agua salada para limpiar la piel y el bicarbonato de sodio al 50 % o la solución saturada de sulfato magnésico en soluciones de agua salada. Para aliviar los síntomas podemos recurrir tanto a analgésicos como pomadas con corticoides o antihistamínicos. Por contra, se siguen usando sustancias con mucha frecuencia que no solo no han demostrado ningún beneficio, sino que empeoran las picaduras de medusa aún más. Como ejemplos tenemos el agua dulce, el alcohol, el hielo o la orina. Lo que tienen en común estos elementos es que activan las «agujas» de las células (los cnidocitos) presentes en los tentáculos que contienen el veneno, provocando su liberación y aumentando el dolor, la inflamación y otros efectos dañinos en la picadura.

 

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