Desentrañando los misterios del dolor del miembro fantasma

Colaboración con Hipertextual:

Miembro fantasma

El dolor, aunque nos desagrade, es un vital mecanismo de defensa. Esta sensación nos avisa rápidamente de que algo no marcha bien para que reaccionemos, protegiendo la zona de nuestro cuerpo que nos está dando tal angustioso toque de atención. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el dolor parece llegar desde una zona del cuerpo que ya no existe? Esto es precisamente lo que ocurre con el enigmático dolor fantasma. Este tipo de dolor aparece, con más frecuencia, entre aquellas personas cuyos miembros han sido amputados (en torno al 70 % lo experimenta).

Aun así, el dolor fantasma también puede surgir, de forma más excepcional, al extraer un diente o al extirpar un ojo o un órgano interno. Sea cual sea el origen, que estas partes del cuerpo ya no existan no impide que, en ocasiones, se experimenten las mismas sensaciones que aparecerían si todavía siguieran ahí: la presión, la temperatura, el movimiento, el tacto, el dolor… Pocos “recuerdos” sensoriales son tan vívidos y amargos como la percepción de un miembro fantasma. Además de los humanos, se sabe que los perros y los gatos también pueden experimentar estas extrañas sensaciones.

 

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