Colaboración con eldiario.es.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado que regulará la publicidad de alimentos perjudiciales para la salud de los menores y así defenderá sus intereses frente a los de la industria alimentaria. Esta medida supondrá la prohibición, bajo ciertas condiciones, de anuncios de alimentos y bebidas no saludables dirigidos a menores de 16 años en múltiples medios de comunicación: televisión, cine, Internet, carteles publicitarios, radio.
Esta decisión surge a raíz de un grave problema sanitario que afecta a la población infantil de nuestro país: el 40,6 % de los niños entre 6 y 9 años tienen obesidad o sobrepeso debido principalmente al sedentarismo y al consumo de productos alimentarios insanos. Las campañas de marketing refuerzan el consumo de dichos productos, al influir en las preferencias y pautas de consumo de los más pequeños y aumentan, por tanto, el riesgo de obesidad infantil y de desarrollo de enfermedades asociadas (diabetes, enfermedades cardiovasculares y de las articulaciones, problemas respiratorios…).
La actual regulación en España, establecida en 2005 y en la que la propia industria alimentaria se comprometía a cumplir voluntariamente un código ético (PAOS), ha sido un fracaso por incumplirse sistemáticamente: 9 de cada 10 anuncios de TV dirigidos a niños son de productos no saludables y más de la mitad de todos los alimentos publicitados a niños en TV incluían alguna declaración saludable, cuando, en realidad, la mayoría de estos eran productos poco o nada saludables.
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