Colaboración con Investigación y Ciencia.
Un placebo es toda aquella sustancia o tratamiento que no tiene efecto terapéutico por sí mismo y que, a pesar de ello y paradójicamente, puede provocar beneficios en la salud de determinados individuos, un fenómeno denominado «efecto placebo». El placebo más típico y conocido es una simple pastilla de azúcar. Sin embargo, el placebo puede presentarse en extrañas y diversas formas como tiritas, masajes o cirugías placebo.
A pesar de que el efecto placebo es un elemento omnipresente en la medicina, sobre todo en los ensayos clínicos, su investigación científica ha quedado siempre limitada a un segundo plano de poca relevancia, comparado con los tratamientos con efectos activos en el cuerpo humano. Por esta razón, las incógnitas que rodean a este peculiar fenómeno siguen siendo abundantes, más allá de los mecanismos fisiológicos implicados. Un reciente ensayo clínico, cuyos resultados se han publicado en la revista Pain, arroja más información sobre un dato clave y desconocido en muchos aspectos: ¿Pueden los pacientes seguir experimentando el efecto placebo aunque sepan que lo que están tomando no tiene absolutamente ningún efecto activo?
Durante mucho tiempo, se ha creído que un requisito necesario para que el efecto placebo pudiera darse en pacientes era que estos tuvieran expectativas positivas sobre los efectos de su tratamiento. Estas expectativas podían provocarse a través del engaño, al inducir a la persona a pensar que lo que estaba tomando era un tratamiento efectivo, o bien a través de la ocultación de datos, al no informar al individuo sobre si lo que recibe es un placebo o un tratamiento con potenciales efectos terapéuticos (en ensayos clínicos, cuando esto ocurre, se dice que el paciente está «ciego»).
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