Recetar ejercicio físico: una asignatura pendiente en un país con un 25% de personas con obesidad o sobrepeso

Colaboración con eldiario.es.

Ejercicio físico

Todos tenemos muy clara la idea de que practicar deporte o ejercicio físico con frecuencia es un hábito saludable. No es solo una percepción generalizada, esta idea está respaldada por multitud de estudios que muestran que la realización de ejercicio físico cotidiano puede resultar beneficioso no solo para la salud física, sino también para la psíquica y social. Además de aumentar la esperanza de vida, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, obesidad, diferentes tipos de cáncer y diabetes (entre otras muchas dolencias), el ejercicio físico disminuye el riesgo de padecer trastornos del ánimo (depresión, ansiedad…) y puede fomentar la creación de vínculos sociales con otras personas de la comunidad. Todo ello con un riesgo mínimo de efectos adversos, siempre que el tipo y la intensidad de la práctica de ejercicio sea la adecuada a las condiciones de la persona.

No se trata solo de que el ejercicio físico disminuya el riesgo de múltiples enfermedades entre la población sana, también mejora la salud de personas afectadas por diversas enfermedades que van desde el sobrepeso o la obesidad, pasando por el cáncer, hasta la ansiedad o la depresión. Así, por ejemplo, se ha visto que la práctica de ejercicio mejora el pronóstico en los tratamientos de ansiedad y depresión. Además, también disminuye el número de hospitalizaciones y mejora el pronóstico de pacientes afectados por diferentes tipos de cáncer.

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