Los potenciales riesgos de los microplásticos para la salud humana son prácticamente desconocidos

Colaboración con Investigación y Ciencia.

Microplásticos

Los microplásticos, partículas de plástico con un tamaño inferior a 5 milímetros de diámetro, están cada vez más presentes en multitud de lugares de la Tierra. Más allá de los mares y océanos, donde su concentración es cada vez mayor, se han detectado en diversos ecosistemas terrestres, incluso en aquellos remotos como parques nacionales. Los microplásticos se originan a partir de la erosión y fragmentación de plásticos de mayor tamaño, neumáticos, ropa o pintura o proceden directamente de diversos artículos como productos medicinales y de higiene (detergentes, geles, pastas de dientes…) o cosméticos. Pueden persistir en el medio ambiente durante siglos y se estima que una persona puede ingerir y respirar alrededor de 100.000 partículas de microplásticos al cabo de un año.

La presencia cada vez mayor de los microplásticos en prácticamente todo el mundo está aumentando la preocupación sobre sus potenciales riesgos para la salud humana. Sin embargo, el conocimiento sobre estos riesgos es muy reducido y faltan datos claves a la hora de valorar el peligro de estos elementos casi omnipresentes en la naturaleza.

La revista Science ha publicado recientemente una detallada revisión, realizada por los investigadores holandeses A. Dick Vethaak y Juliette Legler, sobre el conocimiento científico actual en el campo de los microplásticos y sus potenciales riesgos para la salud. Como explican los autores, los microplásticos son muy heterogéneos tanto en su tamaño, como en su forma y tipo de material; pueden ser fibras, fragmentos o esferas, estar compuestos por diferentes productos químicos y convertirse en superficies en las que proliferen microorganismos perjudiciales.

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